Aunque parezca mentira, una de las funcionalidades más básicas de cualquier sistema estaba ausente de la Xbox One desde el principio. Se trata de la posibilidad de sacar una simple captura de pantalla de lo que estamos viendo el la televisión en un momento dado. Las alternativas actuales pasaban por grabar un vídeo y sacar, a mano, de ahí la captura.

Aparentemente, según Phil Spencer, grabar un vídeo era fácil pero tomar una captura era una labor técnicamente más complicada. El único motivo que se me ocurre por el que pudiera ser más complicado es por que la Xbox cuenta con tres sistemas operativos corriendo en paralelo (uno para la interfaz, otro para las aplicaciones, y un último que coordina ambos), y que en algún punto el tomar una captura instantánea de la vista del sistema operativo de juegos desde la interfaz no fuera una tarea sencilla.

Hipótesis, pero que aun así resulta terriblemente extraño que hayan tardado casi 16 meses en añadir esta característica a la Xbox One. Probablemente llegue en la actualización de marzo.