Estos últimos días han sido muy intensos esquivando balas, corriendo por las paredes y manejando a los espectaculares titanes. He de admitir que he estado muy enganchado al juego, me ha encantado desde el minuto cero y creo que será uno de los grandes juegos a recordar cuando pasen unos años, y ahora veremos por qué.

Si mal no recordáis, venimos de una generación plagada de FPS liderada sin duda por el “todopoderoso” Call of Duty. Ocho son los CoD que han paseado por las consolas de la pasada generación, innovando, debemos admitir, poco o prácticamente nada desde que las bases fueron asentadas. Quizás el más rompedor de todos fue “CoD 4: Modern Warfare” que supuso un soplo de aire fresco al traer, de la ya trillada a más no poder Segunda Guerra Mundial, al presente y aportando unos elementos nuevos a un multijugador que a todos nos encantaron. Pues esos mismos que airearon los FPS en 2007 lo vuelven a hacer 7 años después con Titanfall ahora bajo el amparo de EA; aire fresco en tu sistema de juegos, el siguiente paso lógico en los FPS.

Este camino que debe seguir la evolución de los FPS no es una línea recta, tiene muchas bifurcaciones, pero este paso que ha dado la gente de Respawn lo ha dado con rapidez, mucha rapidez, que es la clave de este juego sin duda alguna. Ya en el tutorial ves que en este juego vas a tener que mantener pulsado el botón de sprint prácticamente todo el tiempo, aunque siempre podéis activar el sprint automático, ya que quedarse quieto un segundo supondrá ser pasto para los titanes.

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Y es que uno de los motivos de la fórmula que ha enganchado a tanta gente al CoD ha sido el de partidas rápidas en las que casi nada más salir, ya estás disparando. En Titanfall eso se lleva al máximo exponente y añadiendo una nueva dimensión, que es la altura, ya que el uso del parkour será imprescindible para alcanzar nuevas posiciones, huir de los titanes o coger ventaja a la hora de atacarle. Quedarse en el suelo es terminar como un chicle bajo la suela de algún titán. Saltar y correr por una pared, saltar de nuevo y agarrarte a un saliente, trepar, volverte invisible con la habilidad de piloto, saltar encima de un titán y corregir la dirección con el doble salto para caer encima de este, llenarle de plomo el panel de control y saltar otra vez cuando esté a punto de explotar para, mientras estás en el aire, intentar derribar al piloto que ha salido eyectado del titán. La palabra para describir esto es FRENÉTICO.

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Como he dicho, desde el minuto 0 estás disparando tu arma; los bots, aunque pecan de tener una IA bastante inútil, no son más que meros blancos fáciles para que los nuevos no se sientan tan inútiles y ya de paso rebajar un poco esa cuenta atrás hasta que tu titán esté listo. ¿Te han cosido a balazos? No importa, ya que en menos de 3 segundos vuelves a la acción. Lo importante es no parar ni un segundo, que tu arma no deje de escupir plomo, ni que tus piernas o tus propulsores dejen de moverse hasta que el contador llegue a 0. Ha llegado la hora de los titanes.

Cuando digo que montar en un titán es de lo más flipante que se puede hacer con un mando en las manos me parece que no exagero. Ver como cae desde el cielo, correr hacia él y que te coja con la mano y te meta dentro de él es una pasada (la animación depende desde donde abordemos al titán), pero manejarlo… eso está a otro nivel. Al contrario de lo que pueda parecer, los titanes son máquinas realmente ágiles y versátiles para su tamaño, y aunque queramos lanzarnos de cabeza a reventar a puñetazos a otros titanes y en el camino vaciar la ametralladora “tamaño camión”, la clave para que no tengamos que eyectarnos de nuestro titán a los 10 segundos reside en esa agilidad. Deberemos aprovecharnos de esas propulsiones extra que nos permiten evitar una ráfaga de cohetes o usar el “escudo” con inteligencia para evitar una ráfaga de disparos y devolvérsela al enemigo, y todo esto sin olvidarnos de que todos los jugadores estarán equipados con su arma anti-titán intentando derribarnos.

Como habréis imaginado, los titanes serán la clave de la partida, podrán dar la vuelta a un marcador si un equipo no sabe mantener los suyos con vida, cosa que es bastante fácil. Derribar un poderoso titán será tan fácil como saltar en su espalda y empezar a dispararle o centrar todos los disparos del equipo en dicho titán, pero el problema viene cuando hay más titanes sobre el campo, de hecho, la partida llega a un punto épico cuando los 6 titanes de cada equipo están desplegados y en el centro del mapa soltándose toñas.

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Por descontado, la personalización estará presente en Titanfall, tanto para nuestro piloto como para nuestro titán; personalización que será más determinante que nunca ya que definirá nuestra estrategia a la hora de actuar ¿será mejor un titán que dispare desde la lejanía? ¿O quizás preferís un titán robusto que se lance corriendo al combate de cerca y que arrase con su alrededor al morir?

Dentro de esa personalización encontramos una novedad: las burn cards. Son cartas que nos darán una “habilidad especial” (un arma determinada, correr más rápido, ganar el doble de experiencia…) que nos durará durante una vida. Podremos usar 3 por partida, que elegiremos antes del combate, así que usadlas… sabiamente.

Y quería dedicarle un párrafo aparte a algo que ha encendido un poco los ánimos de algunos, pero a mi me ha parecido parte de esa innovación que trae el juego: la “Smart gun”. Es una pistola que apunta automáticamente dentro de un área y acierta en el blanco aunque no esté justo en nuestro punto de mira e incluso podremos a disparar a tres bots a la vez. Visto así parece un arma un poco “cheat” pero nada más lejos de la realidad, lo explico. Lo primero es que el objetivo deberá estar dentro del área efectiva mientras estemos fijando y en el momento de disparar, cosa que con la velocidad de este juego a veces será imposible. Lo segundo es que fijar al objetivo no seá inmediato y tendremos que mantenerle dentro del area durante un corto periodo de tiempo hasta que fije el arma. Y lo último, es que para poder matar a un bot solo nos hará falta fijarle un punto de su cuerpo, pero cuando queremos apuntar a otro jugador tendremos que fijar 3 puntos, lo que llevará más tiempo, aunque siempre podremos usarla como una pistola normal. Como veis, no todo son ventajas y requiere de bastante práctica terminar de dominar su uso, pero he de reconocer que los bots caen que da gusto con este arma, y siempre es bueno arañarle unos segundos a la cuenta atrás. Os dejo un vídeo para que os hagáis una idea de su funcionamiento

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En resumen, en este juego encontramos lo que la mayoría de la gente aficionada a los FPS busca: muchos disparos, velocidad, acción frenética y a raudales; a nadie le gustan 5-10 segundos de respawn cuando puede esperar solo 3; a nadie le gusta estar recorriendo media hora un escenario sin encontrarse a nadie. Lo que la gente quiere es empezar a repartir plomo casi nada más dar el pistoletazo de salida, pero creo que Titanfall es un juego magnífico por otro motivo y es que no dista mucho de cualquier FPS de los que estamos acostumbrados, aunque sí que aporta ese aire fresco que necesitaba este género.

Así que ya lo veis, Titanfall sin duda rascará una buena parte de los jugadores que viven enganchados a los CoD. Lo merece sin duda.