NVIDIA lleva tres años acelerando sus planes de desarrollo y producción de GPU para aceleradoras para aprovechar el auge de la inteligencia artificial, y le está saliendo bastante bien en el terreno de los ingresos. Aunque hay ofertas de AMD, Intel y otras empresas que pueden servir para ejecución de los grandes modelos de lenguaje, sigue teniendo mucha ventaja en entrenamiento. Así que la compañía ha indicado que eso seguirá siendo así porque los chips Rubin y Vera ya han salido a fotolitos, lo que significa que el diseño y las primeras pruebas reales con estos chips han terminado.
Esos fotolitos son los que se usarán para preparar la producción en masa, y lo que ahora tiene que hacer la compañía es optimizar el software para ellos. Rubin es una GPU para aceleradoras que usará HBM4, por lo que la producción en masa de esas aceleradoras también depende de que SK Hynix, Samsung o Micron empiecen la producción en masa de esa HBM4. Y no tardarán mucho en hacerlo. Rubin es la arquiectura sucesora de la actual Blackwell, se lanzará en 2026, y será sucedida por Rubin Ultra en 2027. La producción en masa, si todo va bien, tendría lugar en la segunda mitad de 2026.
Vera es la parte de CPU que irá incluida en las aceleradoras para que conformen pequeñas supercomputadoras en el terreno del cómputo de IA. O sea, son «Vera Rubin», con una potencia de 3.6 EFLOPS en inferencia en FP4, que no es un formato que se use mucho, pero por temas de practicidad se está intentando compensar la pérdida de precisión frente a FP8 o FP16 para que se pueda usar también en entrenamiento en grandes modelos de lenguaje, por ejemplo mezclando los cálculos FP4 con cierta cantidad de cálculos FP16 para ciertas partes del entrenamiento.
Vía: Tom's Hardware.