La serie BlackWidow v4 de Razer se expandió recientemente con un modelo que encaja totalmente con lo que busco en un teclado. Es un modelo compacto, con cursores, conectividad Bluetooth multidispositivo, y tiene unos interruptores táctiles de bajo ruido que los prefiero para teclear, aunque últimamente esté desarrollando una afinidad por los lineales. Así que vaya por delante que el BlackWidow v4 Tenkeyless Hyperspeed es un teclado muy completo que me ha gustado mucho.

Desembalado

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El Blackwidow v4 Tenkeyless Hyperspeed llega en la habitual caja en la que predominan los colores negro y verde que usa la compañía en sus productos. En la portada se indica que es un teclado con la disposición española y que los interruptores son los mecánicos naranjas, los cuales son táctiles sin clic sonoro. En la contraportada se dan muchos más detalles sobre su fabricación, como las capas de espuma, los controles multimedia o los métodos de conexión.

Al abrir la caja se verá el teclado en una bolsa de tela que servirá para protegerlo un poco por si se transporta o no se usa. En estos casos suelo preferir que incluya una tapa de plástico, como ocurre con el K65 Plus de Corsair que uso habitualmente, que a la postre sirve para que no se ensucie mientras no se usa sin tener que estar poniendo y quitando una bolsa. Pero al menos se agradece la inclusión de la bolsa.

Junto al teclado también se incluye un quitateclas dos en uno —para retirar las teclas y los interruptores—, un cable USB-C a USB-A de 1.8 m forrado de tela trenzada de gran calidad, un manual de usuario que no está de más echarle un ojo para ver las combinaciones que se pueden hacer con la tecla FN para modificar rápido por ejemplo el efecto de iluminación del teclado, y unas pegatinas del logo de Razer.

La calidad de construcción es muy alta, teniendo en cuenta que tiene una cubierta superior de aluminio y se nota un teclado muy sólido. En la parte frontal tiene una ligera caída con el logo de Razer en el centro, lo cual hace que tenga un tamaño ligeramente superior a lo que debería, pero es una opción estética que no molesta. No es un teclado especialmente alto, pero aquellos con las manos pequeñas pueden tener problemas a la hora de usarlo cómodamente al no incluir reposamuñecas. Pero en general no habrá problemas con su diseño.

En la parte superior derecha hay una rueda de volumen, y tres botones de control configurables a través de Synapse 4. En esta ocasión no hay perfil de este teclado para este programa en macOS, aunque espero que lo haya en el futuro. Por defecto, el primer botón es de control multimedia general, el segundo es para silenciar, y el tercero indicará el nivel de batería. Esto último se hace iluminando las teclas del 1 al 0, que es un formato fácil de entender.

Las teclas son de tipo ABS de doble inyección, con una sensación ligeramente rugosa que me ha gustado bastante. Las teclas son retirables, también los interruptores en caliente, y se podría hasta atornillar estabilizadores para las teclas si así se quisiera, por lo que es un tecla que en este frente es muy completo. Me he hecho con el teclado desde un primer momento gracias a los interruptores naranjas, que me parecen sensacionales. Además son teclas muy estables por el diseño que tienen.

En el frontal del teclado se puede ver una toma USB-C para uso cableado y para recargar la batería interna, con la cual Razer promete hasta 980 h de autonomía. También hay un interruptor que sirve para activar el modo inalámbrico o para apagarlo o usarlo por cable si está conectado. Finalmente, en la parte inferior hay unas gomas antideslizantes de buen tamaño, y unas patas que permite inclinar el teclado 3º o 9º. Debajo de una tapita está el receptor USB.

Características

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El BlackWidow v4 Tenkeyless Hyperspeed tiene un tamaño comedido dentro del formato compacto que tiene, de 363 mm × 155.5 mm × 38 mm, y tiene un peso de 1080 g, por lo que no es el más ligero. Además de poderse usar por cable, se puede conectar por receptor USB y por Bluetooth, y en este último caso se puede emparejar simultáneamente con hasta tres dispositivos. Para cambiar entre ellos, como dice el manual, hay que pulsar FN más las teclas 1 a 3. El único problema que le veo es que las tres conexiones están marcadas como "BWV4 TKL" sin añadir el número (BWV4 TKL 2), pero no debería de ser un problema salvo en casos muy puntuales, aunque se pierde saber qué conexión está establecida en las opciones del sistema operativo de turno.

Se puede comprar con interruptores mecánicos de Razer de tercera generación, y según la disposición o el país se podrá comprar con los naranjas (táctiles), verdes (táctiles sonoros) y amarillos (lineales). La sensación de pulsación de esta generación es bastante mejor que los interruptores de la segunda generación, y al menos los naranjas me gustan más que los similares MX marrones. No tienen sonido añadido, en la práctica hacen un ruido bajo, pero no son silenciosos. Todas tienen iluminación RGB configurable por tecla.

BlackWidow v4 Tenkeyless Hyperspeed de Razer
Dimensiones363 mm × 155.5 mm × 38 mm
Peso1080 g
Conexióncable USB, Bluetooth, receptor USB
Cable1.8 m, forrado de tela
Interruptoresmecánicos de tercera generación de Razer (verdes, amarillos y narajas)
Autonomíahasta 980 h
Muestreo1000 Hz
Memoriacinco perfiles
ExtrasRGB configurable por tecla, teclas multimedia, seguidilla completa
PVPR170 euros (julio 2025)

En juegos los interruptores naranjas son mejores para los de estrategia o rol, donde una pulsación a destiempo puede echar una partida al traste, debido a la ligera retención que tienen para activarlos. Los amarillos, que son lineales, sería la mejor versión para los que disfruten más de juegos de tiros. Sea como sea, estos interruptores naranjas de Razer de tercera generación me parecen estupedos, y mucho mejores que los de las generaciones anteriores que no consiguieron sobresalir frente a los MX, a pesra de que fueran muy buenos.

La mejora sonora es en parte posible por la práctica actual de los fabricantes de añadir capas de espuma para eliminar ciertas componentes desagradables que puedan generar los interruptores con el golpeteo de los dedos. Y este teclado incluye también una plancha de acero en la que se montan algunos estabilizadores prelubricados para teclas como el intro o el espacio. Pero se pueden atornillar más estabilizadores, incluso para todas las teclas si se quisiera.

En este terreno, el de la estabilización, el vástago de los interruptores tiene un diseño que permite mejorar la estabilización, y hacen un buen trabajo en ello. Sin ese diseño de estabilización, cuando se mueve rápidamente una tecla a uno y otro lado se nota un movimiento bastante aparente de las teclas.

En el caso del BlackWidow V4 Tenkeyless Hyperspeed ese movimiento es casi inexistente. Esto es bueno para cuando se pulsa una tecla en los laterales y no en el centro, porque te aseguras de que realmente el interruptor se activará, o que no hay otros problemas como que pulsas ligeramente una tecla contigua, entre otros. Estas teclas e interruptores de Razer me parecen muy buenas.

En cuanto a la autonomía, Razer promete hasta 980 h de uso, lo cual son unos cuarenta días, pero eso es por Bluetooth y sin iluminación RGB, que probablemente no será como se quiera usar el teclado. Con la iluminación RGB a brillo máximo, usado por Bluetooth, y con el efecto arcoíris con el cambio rápido que tiene el ajuste por defecto este teclado, la autonomía se quedará en torno a las veinte horas. La velocidad del cambio de la iluminación impacta significativamente en la autonomía.

Como tiene una toma USB-C, este apartado tampoco debería ser un problema sustancial hoy en día. Con una iluminación en blanco a nivel medio, por ejemplo, la autonomía se puede ir más bien sobre las cien horas. La recarga completa puede llevar entre las dos horas y dos horas y media. Si se mantiene pulsada la tecla de batería entrará en un modo de ahorro de energía en el que apaga la iluminación y reduce el sondeo del USB.

Conclusión

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Como he dicho al principio del análisis, el BlackWidow v4 Tenkeyless Hyperspeed de Razer es un modelo que encaja muy bien con lo que busco en un teclado, por lo que puede que haya apreciado más sus características. De entrada, tiene una gran calidad de fabricación, con capas de espuma y con la capacidad de poder intercambiar teclas e interruptores. La iluminación RGB configurable por tecla es adecuado para el sector al que va dirigido.

Los interruptores de Razer son lo mejor que tiene. En este caso, como tiene los naranjas, que son táctiles, la sensación de tecleo encaja con lo que busco para pasarme horas y horas escribiendo. Los interruptores no añaden ruido, por lo que al final tienen un nivel de ruido moderado tirando a bajo. Me molestan mucho menos que los del K70 RGB de Corsair que usaba hace unos años con los interruptores MX marrones.

La conectividad en esta ocasión es lo que quiero en un teclado: Bluetooth emparejable con varios dispositivos, pero también receptor USB. En este caso la autonomía es muy alta, hasta 980 h según Razer por Bluetooth y sin iluminación, así que eso no será un problema. Además que hoy en día se tiene uno o varios cables USB-C en la mesa para recargar un móvil y otros dispositivos, muchas veces conectado al PC, por lo que en caso de que se te olvidara recargarlo durante un mes, se puede seguir usando con cable.

Con la inclusión de teclas multimedia, su inclinación de uso, intercambio en caliente de teclas e interruptores, o la aplicación Synapse 4 para su configuración, no se le puede pedir mucho más a este teclado mecánico.

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Puntuación

9.5

sobre 10

Lo mejor

  • Conexión inalámbrica estable y variada.
  • Los interruptores mecánicos naranjas son excelentes.
  • Buena calidad de construcción, con opciones de cambio o mejora.

Lo peor

  • Aunque no le importe a mucha gente, no hay perfil para usarlo en Synapse 4 en macOS.