Samsung ha anunciado el Galaxy Z Fold7, su último móvil de pantalla plegable que abunda en el diseño de esta serie pero refinándola cada vez más. En esta ocasión ha perdido grosor, teniendo un tamaño cerrado de 158.4 mm × 72.8 mm × 8.9 mm y un peso de 215 g. En el exterior hay una pantalla de 16.5 cm (6.5 in) de diagonal, tipo AMOLED, con una resolución de 2520 × 1080 píxeles y un refresco adaptable de hasta 120 Hz.
Al abrirlo pasa a los 158.4 mm × 143.2 mm × 4.2 mm, lo cual desvela una pantalla interna de 20.3 cm (8 in) tipo AMOLED con una resolución de 2184 ×1968 píxeles y un refresco adaptable de hasta 120 Hz. El sensor de huellas dactilares está en el botón de inicio lateral. El diseño del móvil está hecho a prueba de agua y polvo con certificado IP48, bien para el agua, no tan bien para las partículas que se puedan meter por la bisagra.

El procesador es un Snapdragon 8 Elite y está acompañado de al menos 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento UFS 4.0. Tiene una batería de 4400 mAh con carga rápida de 25 W, y cuenta con carga inalámbrica de 15 W y carga inalámbrica inversa de 4.5 W. Incluye 5G, NFC, Wi-Fi 7 y Bluetooth 5.4. Hay una doble ranura nano-SIM y se puede provisionar con varias líneas por eSIM. Llega con Android 16 preinstalado.
Ambas pantallas tienen una cámara de 10 Mpx y ƒ/2.2. Las cámaras traseras son una principal de 200 Mpx y ƒ/1.7 la cual graba vídeo a 8K y 30 f/s y a cámara lenta a HD y 960 f/s, una de 10 Mpx y ƒ/2.4 de zum óptico de tres aumentos, y una de 12 Mpx y ƒ/2.2 de ultra gran angular de 120º.
No cambia realmente mucho en nada respecto al modelo anterior. Su precio parte de los 2100 euros o 2000 dólares.