Intel sigue intentando contener los problemas económicos que plagó a la compañía el año pasado, y eso está siendo ya cosa de Lip Bu Tan, un gran veterano de los semiconductores, aunque en la parte de producción de obleas más que en la diseño de chips. Sea como sea, la compañía ha anunciado unos ingresos de 12 700 M$ en el T1 2025, que iguala a los del mismo periodo de 2024. Aun así, las pérdidas han sido de 800 M$, frente a unas pérdidas de 400 M$ en el T1 2024.

El problema de verdad es que el margen bruto grosso modo, ganancia por venta de cada chip frente al coste directo de producción— ha caído 5.9 puntos, del 41 % hasta el 36.9 %, lo cual es un buen descalabro. La compañía va a tener que seguir haciendo recortes para intentar revertirlo, porque una compañía como Intel necesita estar sobre el 45-50 % para un crecimiento sostenido. Por debajo del 40 % es hacer saltar todas las alarmas.

Por divisiones, la de Computación de Cliente y Gráficos sigue bajando sus ingresos y beneficios. La competencia de AMD está siendo feroz, aunque más por demérito propio que por mérito de AMD. Los pobres resultados en juegos de los Core Ultra 200, peores que incluso los Core de 14.ª generación, le han eliminado ventas del sector jugón, que al final es el que más mueve sus ventas. Su filial Intel Foundry ha generado más ingresos, pero también algo más de pérdidas. De momento no funciona como fundición de por si, y los resultados solo muestra la producción para Intel y un pequeño porcentaje de pagos adelantados de clientes que va a tener para la litografía de 1.8 nm.