NVIDIA la ha colado a lo grande con las RTX 50. Todo apunta a que la arquitectura de los sombreadores es exactamente la misma que la de las RTX 40, pero mejorando (quizás) las unidades de trazado de rayos y sobre todo las de los núcleos tensoriales. Bueno, ahora le ha dado por dar la optencia en FP4, que no se usa realmente en IA por la enorme pérdida de precisión, pero da una cifra más abultada de potencia, hasta 4000 TOPS. Pues vale, NVIDIA, sigue luciéndote. Pero que la parte de arquitectura de los sombreadores es prácticamente la misma lo demuestra que ni siquiera ha tocado la caché.
La cantidad de caché de nivel 1 es la misma por SM, una estructura que engloba 128 sombreadores. Así que si la RTX 4080 tiene 76 SM con 9.7 MB de caché de nivel 1 y la RTX 5080 tiene 84 SM y 10.7 MB de caché de N1, significa que el sistema de caché es el mismo. La caché de nivel 2 va después y es compartida por todo el chip, que en este caso, por la similar cantidad de sombreadores, cuenta con 64 MB en total. Hace las veces de caché de acceso a la VRAM, lo que suele hacer la caché de nivel 3 en otros tipos de procesadores. Esta caché de N2 se rehizo en la arquitectura Ada, más por tamaño que por funcionalidad —que también— porque la aumentó casi veinte veces respecto a la arquitectura anterior, y la ha llevado tal cual a la Blackwell.

Además, la información proporcionada por NVIDIA dice que el rendimiento en renderizado puro es el mismo entre generaciones, que los chips usan el mismo proceso de fabricación de 4 nm de TSMC, y que el precio es prácticamente el mismo entre generaciones. Si se compara adecuadamente, claro. La comparación natural de la RTX 5080 es con la RTX 4080 Super, no con la RTX 4080, porque la 4080 Super sustituyó en el mercado a la 4080 con un precio menor.
Así que NVIDIA intenta engañar en las RTX 50 poniendo el foco en el renderizado neuronal, algo que no servirá de nada hasta que lleguen los primeros juegos que lo implemente en unos años y se generalice su uso —en unos cuantos años más—, y en DLSS 4, que será una mejora en la interpolación a nivel visual para eliminar las cosas raras que genera la de DLSS 3, pero no en el terreno del rendimiento —me da igual con una RTX 4090 jugar a 4K a 140 f/s que a 300 f/s porque no tengo ni monitor ni la capacidad de notar la diferencia—. Y así está la cosa en el sector de las tarjetas gráficas después de más de dos años desde la llegada de las primeras RTX 40. Esta generación es refritanga de la buena. Los que tengáis una RTX 40, conservadla, y los que queréis una RTX 50 buscad una RTX 40 a buen precio de segunda mano, porque para lo que se usa aquí y ahora os saldrá más rentable.