NVIDIA no está demasiado contenta con las sanciones estadoundienses a los procesadores de mayor potencia, CPU y GPU por igual, susceptibles de proporcionar un mayor rendimiento por vatio y por tanto la de crear centros de datos con mucha mayor potencia por bastidor. Porque es a lo único que están afectando las sanciones de EUA, al rendimiento por vatio. Pero aun así, las sanciones solo están perjudicando realmente a las empresas estadounidenses, porque al final los procesadores y aceleradoras siguen llegando a China, como ha demostrado un vídeo de un empresario chino.
El susodicho muestra uno de los servidores compuesto por ocho H200, que en este caso está producido o distribuido por Supermicro. Esta empresa ha tenido problemas de liquidez y además está en el punto de mira de EUA por saltarse los vetos de venta que ha establecido, aunque en China están adquiriendo también servidores de H200 producidos por otras marcas o proporcionados directamente por NVIDIA, por lo que no es una cosa aislada de Supermicro.
El problema para los chinos es que al tener que comprarlo a través de una larga lista de intermediarios el precio aumenta significativamente, pero aun así el coste les compensa por el rendimiento por vatio que dan estos equipos. Que al final el problema no lo es tanto para China: si no puede comprar aceleradoras de NVIDIA o de quien sea para tener X potencia en un centro de datos, pues crea dos centros de datos de X/2 con otros equipos y listo. El dinero sale muchas veces para estos centros de datosdel Gobierno chino, y a los sectores de IA y semiconductores está destinando decenas de miles de millones de dólares.
Son unas sanciones tontas por parte de EUA, porque está descubriendo que no tiene el control sobre terceros países fuera de Occidente. Para controlar las sanciones solo podría hacerlo vetando completamente el envío de las H200 fuera de EUA, y aun así también habría cierto nivel de contrabando. La táctica usada por China es la de siempre: pedirle a través de terceros a un distribuidor de Países Bajos, por ejemplo, que compre las H200 o maquinaria litográfica que quiera, esta luego la revende a otro país no vetado, este a su vez a otro, lo hace un par de veces más hasta que caiga en un país no occidental como Tailandia, Malasia, Emiratos Árabes Unidos o Vietnam con centros de datos falsos, rebotan los productos un par de veces más por Asia u Orienta Medio, y al final llegan a China como productos nuevos pero de segunda mano.
Sí, con un sobrecoste, pero que aun así les compensa. Pero también existe el robo de equipos y el contrabando, que es una forma más directa y problemática de que China se haga con las H200, pero más rápida. Obviamente EUA investiga esas redes de empresas fantasma, pero no es un proceso rápido, y China va rehaciéndolas debido a esas investigaciones, así que es una tarea imposible. La beneficiada, obviamente, es NVIDIA porque al final la alta demanda hace que ciertas ventas que hace de sus H200 a compradores un poco turbios, pero legales, sea a un coste bastante mayor del normal —«si quieres mis H200, me las pagas al doble»—. Capitalismo puro y duro, todo sea dicho, pero uno en el que las sanciones de EUA a China están disparando las ventas de NVIDIA.
No digo que EUA no deba sancionar a China, porque está en su derecho. Pero lo que digo es que las sanciones no funcionan y además perjudican al precio de otros productos de NVIDIA. La compañía destina su producción de chips a los más lucrativos —en este caso los de IA—, mientras que recorta los de consumo —las GeForce—. Esto dispara igualmente la demanda de las mejores RTX como la RTX 4090 por su alta potencia para IA —porque son más fáciles de adquirir a través del mercado gris por su venta directa a tiendas de todo el mundo a diferencia de las H200—, cuyo PVPR es de 1700 dólares y ha estado en el último año y medio a 2500 dólares. Así que al final las sanciones perjudican todo al consumidor occidental y nada a China.
Vía: Tom's Hardware.