El precio de los módulos de memoria ha detenido su caída debido a la recuperación de la demanda del sector consumo, aunque desde principios de 2023 la demanda de los centros de datos evitó una hecatombe en el sector de los chips de DRAM. Esa recuperación significa que en los últimos precios el precio de los chips de memoria han dejado de caer y en algunos casos ha subido. Puede que no se note mucho, pero el incierto futuro de la demanda va a hacer que las empresas moderen la compra de chips y eso va a hacer que se modere la subida.

Según los datos de TrendForce, el aumento de los chips de DRAM del primer trimestre habría cerrado en un aumento medio de hasta un 20 %. Esto se debería notar en el precio de los módulos en tiendas a partir de mayo o junio a más tardar, así como móviles y otros dispositivos que integran directamente los chips. Pero la previsión de subida para el segundo trimestre va a ser más contenida porque los fabricantes no están comprando tantos chips de DRAM, por lo que espera una subida más moderada del 3 % al 8 %.

El informe pone el inciso en que la demanda de la DDR5 no termina de despegar y eso está forzando a que los fabricantes la ofrezcan en lotes con la DDR4 para incentivar su compra. Pero también están aumentando su producción lo cual está haciendo que se contenga su subida de precio para que no trunque la transición de la DDR4 a la DDR5, estando a las puertas de la DDR6. El precio de la GDDR moderá su subida, aunque no por mucho. Conseguirán aumentar los márgenes con la GDDR7 que ya está en producción en masa. La producción de las GDDR6 seguirá igual, en un momento de alta demanda de los chips de 2 GB, con la misma moderación de precio para el segundo trimestre del año.

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Vía: TechPowerUp.