Intel ha sucumbido ante una empresa que desarrolla patentes, R2 Semiconductor, tras una demanda por infrigir varias. En esta ocasión la situación ha llegado al extremo de pinchar en blando en los tribunales alemanes, ya que ha la compañía ha conseguido que Intel no pueda vender los procesadores Tiger Lake, Ice Lake y Alder Lake en el territorio teutón. O sea, hasta los Core de 12.ª gneración.

Las patentes que aparentemente un juez ha encontrado como siendo usadas por Intel tienen que ver con la regulación de voltaje integrada en los procesadores. R2 Semiconductor asegura que lleva más de quince años desarrollando patentes —o comprándolas— y hace una analogía entre su empresa y Arm o Rambus para no considerarse como un trol de patentes. El problema es que las patentes de R2 han sido invalidadas en EE. UU. pero no en la Unión Europea, que es lo que ha permitido la demanda. De ahí que la considera un trol de patentes, una empresa que amasa patentes pero no las usa para simplemente sacar rédito económico de empresa grandes y pequeñas.

R2 Semiconductor asegura que Intel estuvo a punto de invertir en la compañía en 2015, pero que Intel canceló el acuerdo unilateralmente, así que estaba al tanto de sus patentes. Tras la publicación de un documento técnico de Intel detallando sus reguladores de voltaje totalmente integrados (FIVR), R2 se puso en contacto con Intel para preguntarle si el funcionamiento de estos descrito en el documento era realmente así. Tras un intercambio de mensajes, R2 Semiconductor decidió demandar a Intel, con éxito.

Vía: Tom's Hardware.