Análisis: Razer BlackShark v2 Pro (2023) review en español

Razer revisó los auriculares BlackShark v2 Pro de 2020 con un modelo bastante mejorado y de mismo nombre pero distinto año, por lo que se llama BlackShark v2 Pro (2023). Estéticamente son iguales, con un sistema de audio algo mejorado, al que principalmente añade Bluetooth y una toma de conexión USB tipo C para adaptarlo a la nueva normativa eurounionista sobre cargadores, entre otras mejoras.

Videoanálisis

Desembalado

Los BlackShark v2 Pro (2023) de Razer llegan en una caja con los habituales colores negro y verde que usa la compañía en sus productos. En la portada destaca esa nueva conectividad Bluetooth además de la del receptor USB, junto con sus transductores TriForce Titanium, su buen micrófono o el aislamiento adicional que permite la viscoelástica usada en las almohadillas de sus copas. En la parte trasera da algún detalle más, como la autonomía que tiene de setenta horas.

Al abrir la caja se pueden ver los auriculares en una bandeja de espuma, junto con el receptor USB de buen tamaño para una de las conexiones inalámbrica de que dispone. También se encuentra el cable de alimentación USB tipo A a USB tipo C de 1.3 m de longitud, un cable prolongador con un USB tipo A macho y otro hembra para poner el receptor USB, el micrófono que es de quita y pon por comodidad, el manual de usuario y las habituales pegatinas.

Al coger los auriculares dan buena sensación en cuanto a su construcción. Son de diadema, aunque las copas van unidas mediante un par de varillas extensibles. Eso hace que las copas solo permitan el giro en un eje en lugar de dos, por lo que reposicionarlos será más complicado. Me han parecido más cómodos que los BlackShark v2 Pro originales, porque también incluyen algunas optimizaciones en su diseño y materiales.

Sea como sea, este sistema de varillas extensibles no me gusta, aunque les dé un aspecto distintivo. La diadema tiene un forrado en cuero sintético con el logo de Razer y un cosido que queda bastante bien, además de un acolchamiento con espuma forrada de tela. Son por lo general bastante cómodos, y reparten bien el peso sobre la cabeza. Tampoco me han resultado molestos tras llevarlos durante cuatro o cinco horas seguidas, por lo que no habrá problemas con sesiones de juego bastante largas. Quizás al final notara la zona un pelín recalentada, pero sin importancia.

Las copas tienen un diseño ovalado con un plástico de alta calidad, en el cual está inscrito el logo de Razer. En la copa izquierda se encuentra la nueva toma USB tipo C, la toma del micrófono, el botón de encendido, y el de silenciosar el micrófono. Respecto al modelo anterior, pierden el uso mediante conector de 3.5 mm, y tampoco incluye la bolsa de transporte.

El botón de encendido permite el control multimedia: un toque, reproducción/pausa; dos toques, saltar canción; tres toques, canción previa. En la copa derecha hay un botón que denomina SmartSwitch, una novedad, que permite cambiar entre varios preajustes de ecualización almacenados en los propios auriculares, o activar el emparejamiento Bluetooth si se deja siete segundos pulsado.

Características

Los BlackShark v2 Pro (2023) usan una conexión con receptor USB en la banda de los 2.4 GHz para habilitar el sistema de sonido envolvente de que dispone, cortesía de THX. Puede estar establecida simultáneamente la conexión Bluetooth, siempre que sea con un móvil, y la del receptor, por lo que mientras se juega en el PC, si te llaman, podrás contestar directamente desde los auriculares.

Para apoyar esa mejor calidad de sonido la serie BlackShark v2 se centra en proporcionar a los dos transductores de 50 mm un sistema denominado TriForce Titanium con diafragmas recubiertos de titanio, y se pueden afinar en tres partes para mejorar por separado el sonido de los graves, agudos y frecuencias medias.

Los transductores tienen una respuesta en frecuencia entre los 12 y 28 000 Hz, una impedancia de 32 Ω y una sensibilidad de 100 dB. Puesto que son un producto para jugones, los graves los tiene potenciados pero salen ligeramente perjudicadas las frecuencias más altas. Aun así, las canciones que hacen un uso intenso de graves, como Blood || Water de Grandson, quedan todos los graves bien representados. Se notan con fuerza y en general no hay niguna pega por ese lado.

Lo que sí he notado es que el sonido se escucha claramente mejor mediante el receptor USB que por Bluetooth. La diferencia precisamente se nota más en los graves, debido a ese sonido mejorado que tienen con el receptor USB. Incluso las frecuencias medias se notan más claras, sobre todo las voces, y las altas se ven beneficiadas, aunque no es donde destacan estos transductores TriForce Titanium de Razer.

No son los auriculares con el sonido más neutro, pero juegan en la misma liga que los actuales QuietComfort de Bose, que cada vez se han ido alejando más de un sonido neutro para potenciar los graves, por lo que para música están bien. Al menos para las sesiones nocturnas de música que me doy mientras trabajo, lo cual incluye mucho rock, baile y pop. No he notado nada raro en ninguna canción en comparación con los QuietComfort 35 II que uso habitualmente. Consiguen generar un sonido natural y amplio, o lo suficientemente amplio para ser unos auriculares de copa cerrada.

El micrófono es unidireccional, y más específicamente la tecnología del diseño del micro la llaman HyperClear. Este micrófono tiene una respuesta en frecuencia entre los 100 y 10 000 Hz con una sensibilidad de –42 dB, que es mucho más de la necesaria para los rangos en los que se mueve la voz humana. En esta ocasión la grabación mejora de 16 kHz hasta los 32 kHz.

Se consigue una nitidez de voz muy alta, aunque no llegue a la de un micrófono profesional, pero para las partidas no habrá problema en que los compañeros escuchen la voz perfectamente. El añadido de la espuma para el micrófono es bastante efectivo. Es bastante mejor que el incluido en la versión anterior de estos auriculares. No se aprecia casi diferencia de grabación entre usarlos por el receptor USB o por Bluetooth.

Razer ha dejado de hablar de la «cancelación de ruido pasiva avazada» de la espuma de las almohadillas para hablar de manera apropiada de «aislamiento de ruido», lo cual critiqué en el análisis de los BlackShark v2 Pro y ahora lo ha corregido. No es que atenúe el ruido excesivamente, pero claramente lo antenúa. Como es habitual en este aislamiento, se centra en frecuencias medias, como voces alrededor del usuario, y las altas. Para atenuar las bajas se necesitaría cancelación activa de ruido.

En cuanto a la autonomía de los auriculares, Razer habla de hasta 70 horas de uso, bastante más que las 24 horas del modelo anterior, por lo que es otro aspecto mejorado. Aunque tiene truco, porque es la autonomía por Bluetooth, ya que la autonomía con el receptor USB mejora, pero no tanto. Puede aguantar diez o quince horas más que el modelo anterior. La autonomía por Bluetooth sí alcanza la indicada por Razer. Además ha añadido carga acelarada, por lo que promete que con quince minutos de carga proporciona hasta seis horas de uso. Se recargan totalmente en menos de tres horas.

Programa de configuración

La configuración recae como siempre en Synapse 3.0, que en general siempre me ha parecido una gran aplicación, pero tiene un defecto. Lo primero que habrá que hacer es comprobar si hay una actualización disponible para el receptor USB y los auriculares, y si es así la aplicación te envía a una web para descargar un programa con el que hacer la actualización. El resto de compañías como Logitech o Corsair hacen las actualizaciones desde la propia aplicación. Lo cual me parece un atraso, y un punto gris en una aplicación que por lo demás funciona bastante bien.

No hay excesivos parámetros que ajustar, pero entre ellos están el mezclador de volumen, el ecualizador que sirve en esta ocasión para el sonido normal y el envolvente, perfiles de audio para distintos juegos, opciones de autonomía, o refuerzo de graves o claridad de voz. El micrófono tiene opciones similares, con un ecualizador que es también de diez bandas.

Mejoras suficientes a un coste mayor

Es innegable que los BlackShark v2 Pro (2023) son muy buenos, aunque el diseño puede que no sea del gusto de todos. Razer ha tocado lo justo en cuanto a materiales y calidad de fabricación como para que, siendo iguales en aspecto, sean mejores. Pero el sistema de diadema con esas varillas extensibles no es el que más me gusta, aunque al final los auriculares resultan muy cómodos y se pueden llevar durante horas y horas.

Hay una cierta mejora del sonido, y al final suenan estupendamente, ya se juegue o se escuche música. Para ello la compañía ha simplificado el cambio entre perfiles de ecualización al integrarlos en los propios auriculares junto a un botón con el que cambiar entre ellos. Es un buen añadido. pero la eliminación de su uso por conector de 3.5 mm será un aspecto negativo, sobre todo para los que tengan una Xbox.

El cambio al conector USB tipo C era obligado porque ya es el estándar de la industria y de obligado uso según las legislaciones de medio Occidente. La inclusión de Bluetooth equilibra la pérdida de la conexión de 3.5 mm.

Lo segundo mejor de los auriculares es su micrófono. Ha mejorado la calidad de la grabación. En este terreno son unos más que dignos microauriculares de 200 euros, ya que algunos con los que compite se centran tanto en el audio que se olvidan del otro aspecto fundamental que buscan los jugones como es el micrófono. En este caso Razer no ha escatimado en uno y otro aspecto, por lo que el resultado son unos auriculares bastante redondos en todos los aspectos.

Puntuación