Logitech reestructuró hace unos meses sus filiales, haciendo que los micrófonos Yeti cayeran bajo el paraguas de Logitech G. Son unos micrófonos de la compra de Blue hace unos años, con buena reputación por su calidad. Ahora esa calidad llega en otro embalaje, pero son los mismos micrófonos. Al menos eso es lo que he podido comprobar al analizar el Yeti GX para el presente análisis, con la única diferencia de que ahora vien con un poco más de color.

Desembalado

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El Yeti GX es un micrófono dinámico que llega en una caja de buen tamaño ya que viene parcialmente montado. Al abrir la caja se puede ver una bandeja con una tuerca que es para ajustarlo a un brazo por si se quiere cambiar de soporte, junto con un cable USB tipo A a USB tipo C y un manual de garantía y conformación.

Debajo de esta bandeja está el micrófono, montado en una pieza de metal de cierto peso, y la peana desmontada que va a rosca. Montado el micrófono tiene un tamaño de 170 mm × 100 mm × 100 mm y pesa 616 g. La peana tiene goma antideslizante por lo que no será especialmente fácil de mover.

El micrófono se puede separar del pie desenroscando una tuerca que también sirve para ajustar la inclinación del micrófono. Llega con una espuma para filtro, debajo de la cual se puede ver la cápsula del micrófono. En uno de los lados está el logo de Logitech G que irá iluminado y es configurable, y en la base del micro hay un anillo de doce ledes para iluminación ARGB personalizable.

En el otro lado hay una rueda para modificar la ganancia del micrófono con un led para mostrar el estado. Si se clica se desactiva la modificación de ganancia, momento en el que la rueda pasa a un color blanco. También hay un botón para silenciar el micrófono, el cual hará que se ponga en color rojo.

Características

Vídeo

El Yeti GX es un micrófono con cápsula dinámica lo cual tiene algunas ventajas sobre la presión máxima que capta sin introducir ruido. El modo de grabación tiene un patrón supercardioide, que reduce más el ruido de los laterales pero puede captar algo más el ruido de lo que está inmediatamente detrás del micrófono, como un teclado. Pero no es un problema de cara a la calidad del sonido porque suelen incluir otro tipos de filtros para evitarlo.

Este micrófono graba con una resolución de 24 bits con un muestreo de 96 kHz, lo cual lo sitúa en un buen sistema de grabación para captar todos los sonidos con mucho detalle. La respuesta en frecuencia es entre los 60 Hz y los 18 500 Hz, por lo que perderá los graves más profundos, pero casi mejor y no son necesarios para captar nítidamente cualquier voz hablando. Su relación señal/ruido es superior a 78 dB, con una sensibilidad máxima de 135 dB. En el apartado técnico este micrófono es bastante bueno para el precio en que se sitúa, teniendo en cuenta el sobrecoste de la iluminación ARGB.

Yeti GX de Logitech G
Dimensiones170 mm × 100 mm × 100 mm
Peso616 g
Conexióncable USB
PatrónSupercardioide
Tipodinámico
Resolución y muestreo24 bits y 96 kHz
Frecuencia60 Hz a 18 500 Hz
S/R≥ 78 dB
SPL máx.135 dB
Extrasiluminación ARGB personalizable
PVPR159.99 euros (sep. 2023)

La calidad de grabación de audio es muy buena, lo que lo convierte en uno de esos micrófonos de enchufar y listo que buscan muchos. Al menos para cuando empiezan a hacer directos o vídeos a nivel afincionado o incluso profesionalmente sin dedicarse exclusivamente a ello. Los profesionales pueden encontrarlo de nula utilidad por la falta de otra conexión que no sea USB. Tampoco es el público al que va orientado el Yeti GX.

Pero como digo, la calidad de grabación de audio es muy buena. Elimina bien ciertos ruidos de fondo como golpes en la mesa o el traqueteo de las teclas, pero tampoco hace milagros en este último terreno. De la voz filtra bien los siseos y consonantes explosivas. La voz la graba nítida, sin ruido de fondo, y con una buena calidad para crear vídeos o hacer directos de juegos.

Programa de configuración

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La configuración del micrófono se hace a través de Hub, el programa de configuración de todo lo relacionado con Logitech G. Tras instalarlo y conectar el micrófono al equipo probablemente ofrezca una actualización de firmware, que se instala en un momento y que es como he probado el Yeti GX. El programa en sí resulta fácil de utilizar, sin nada realmente malo que haya visto en los días que he usado el micrófono.

El apartado principal de configuración es el del sonido del micrófono, lo cual empieza por solo la ganancia, y luego ya da la opción de activar el sistema BLUE VO!CE, que es para ecualizar el sonido. Esto implica cosas como un filtro paso alto, modificar el nivel de salida, o ecualizar la voz en tres banda (150 Hz, 3000 Hz y 6500 Hz).

Tres bandas para un micrófono de su coste me parece poco, pero el sistema en sí no está mal porque permite otras cosas relacionadas con la calidad de la señal, como son la reducción de ruido hasta 40 dB, un bloqueador de la señal cuando hay un sonido ambiente por debajo de un umbral, un atenuador o estabilizador de señal que agradecerán tus compañeros de equipo si eres de los que gritan mucho, una reducción adicional del siseo, un eliminar de sonidos oclusivos y explosivos —como la pronunaciación de ciertas letras— o un limitador de señal.

Luego hay un apartado de efectos para cambiar la voz, con una veintena de ellos que permiten darle un toque siniestro, embrujado u otros. Su uso es puntual, y más como gracietas que para un uso normal, por lo que algunos locutores agradecerán su inclusión, sobre todo teniendo en cuenta que es un micrófono USB y que eso indica sencillez de uso, tanto a nivel del propio micrófono como del programa de configuración.

También hay un apartado de muestras, sonidos que se pueden incluir en los directos, y finalmente Lightsync, que es realmente por lo que se está comprando este micrófono en lugar de otras alternativas. Se puede controlar la iluminación del logo de Logitech G y el anillo inferior, mostrándose una previsualización. Hay controles de velocidad, intensidad de brillo y saturación, con una serie de efectos predeterminados como arcoíris. Hay un modo 'estilo libre' que permite modificar directamente cada uno de los doce ledes que componen el anillo. Es bastante sencillo de utilizar.

Conclusión

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La calidad de grabación del Yeti GX sigue en la línea de los micrófonos Yeti por lo que por ese lado es estupendo. Consigue grabar la voz de forma muy clara, y la espuma consigue reducir ciertos ruidos al hablar aunque se tenga el micrófono muy cerca. Es un apartado que está perfectamente cubierto del cual no tengo nada más que añadir a lo dicho anteriormente.

El tema del sistema Blue de audio es una cuestión aparte. Tras probarlo he preferido quedarme con cómo graba de manera natural. En ciertos contextos puede ser de utilidad los preajustes que aporta para modular la voz, pero no me termina de gustar el resultado, por ejemplo de los preajustes para el micro sobre la mesa, aunque los de brazo tampoco es que cambien mucho.

Lo único que realmente aportaría de uso muy puntual para locutores serían los filtros para hacer que la voz suene diferente, pero eso se puede conseguir con otros programas de audio, por lo que es algo de uso muy puntual. El otro apartado que lo diferencia de los Yeti anteriores o de la competencia sería el tema de la iluminación ARGB. Queda bien, quedará vistosa en pantalla para los directos —la compañía lo enfoca mucho a transmisiones de juegos—, pero como siempre resulta prescindible. Pero sin ella sería un micrófono normal, algo más barato, y no tan vistoso.

Por lo demás, para ser un micro USB su PVPR de 160 euros no me parece especialmente elevado para los tiempos que corren. Elimina bien ciertos ruidos de fondo, bastante bien las sibilancias, y resulta útil la rueda de ganancia y el botón de silencio. En su conjunto resulta un micrófono bastante bueno para los que quieran un modelo de conectar y listo con esa iluminación ARGB para sus directos, además de que no tiene competidores claramente mejores en su punto de precio gracias a esa buena calidad de grabación.

Puntuación

8.5

sobre 10