Intel vuelve a recibir un buen sopapo de realidad en sus resultados del primer trimestre de 2023 con un desplome interanual de sus ingresos del 36 %, quedándose en solo 11 700 millones de dólares. El margen bruto ha caído al 37.5 % frente al 50.4 % que tuvo en el T1 2022. Los costes de la compañía se han disparado, normalmente relacionados con un gran volumen de existencias no vendidas. Las pérdidas fueron de 2800 M$, frente a los beneficios de 3600 M$ del mismo trimestre del año pasado.

Cuatro de las cinco divisiones de la compañía tuvieron desplome de ingresos. Los de la Computación de Cliente (CCG) cayeron un 38 % hasta los 5800 M$ con unos beneficios de 500 M$. La de IA y Centros de Datos (DCAI) ingresó 3700 M$, una caída de 39 %, con unas pérdidas de 500 M$. En el caso de Red y Frontera (NEX) ingresó 1500 M$, un 30 % menos, con pérdidas de 300 M$. La filial Intel Foundry Services (IFS) ingresó 118 M$, un 24 % menos, con unas pérdidas de 140 M$.

La única que tuvo un buen resultado fue la de Mobileye, que aumentó un 16 % sus ingresos hasta los 458 M$ con unos beneficios de 123 M$.