ROCCAT ha centrado varios de sus últimos productos en darles una vuelta de tuerca a su iluminación, y el más interesante es el Vulcan II Max. Muchos jugones buscan este tipo de teclados, aunque haya muchos otros que prefieren modelos más discretos, o más portables, porque este es un teclado extendido. También se centra en sus interruptores ópticos, o más bien optomecánicos porque intentan siempre dar la sensación de tecleo de los mecánicos.

Desembalado

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El Vulcan II Max de ROCCAT llega en una caja negra, estando el teclado en sí disponible en colores blanco y gris oscuro. La caja hace hincapié en la iluminación RGB mejorada que incluye, y el doble led de iluminación de los que disponen ciertas teclas. Por la parte trasera ya muestra bastante más información sobre el teclado, como los interruptores mecánicos o el reposamuñecas, sin dejar de hablar de la iluminación que incluye, por si no queda claro que es lo que quiere vender la compañía.

Al abrirla lo primero que se ve es el reposamuñecas, envuelto en una bolsa de plástico, que en este caso es de plástico transparente semirrígido, con una serie de surcos y una hilera de lengüetas con los que se sujetará en el teclado. A continuación se ve el teclado, debidamente protegido por una bolsa, y debajo de él el manual de instrucciones. No hay nada más en la caja.

El teclado tiene una construcción sólida, en aluminio para la cubierta, siendo de tipo extendido. Lo primero que se puede echar en falta es que el cable no es retirable, que para los 230 euros de PVPR que tiene no habría estado mal. No es que un teclado extendido se vaya a mover mucho de su sitio, pero habría sido un detalle. El cable del Vulcan II Max tiene 1.8 m de longitud y está forrado de tela trenzada, terminando en dos conectores USB 2.0 para alimentar la iluminación.

Las teclas incluidas son de media altura, por lo que dejan ver toda la estructura del interruptor que llevan debajo. Tienen un tacto muy agradable, mientras que los interruptores ópticos incluidos dan buena sensación de pulsación, siendo lineales, por lo que no generan más ruidos que el traqueteo de las pulsaciones. La única pega que se le podría poner al teclado en sí es que solo está disponible con la disposición estadounidense.

En la parte superior derecha se encuentran los controles multimedia, que incluye tres botones (reproducción/pausa, avanzar, retroceder) y una rueda de volumen. El teclado incluye tecla FN para acceder a atajos extras en el teclado. Todas las teclas son totalmente configurables a través del programa Swarm de ROCCAT. De hecho, esas teclas combinables con la FN son las que incluyen dos ledes, de configuración independiente, uno para iluminar la inscripción normal de la tecla y otro para iluminar el atajo adicional.

La conexión del reposamuñecas se hace introduciendo una serie de lengüetas en unas aberturas, las cuales incluyen iluminación RGB. El reposamuñecas hace de difusor de luz, que puede que no se note demasiado bien en algunas fotos pero dan un buen nivel de iluminación y brillo, como el resto de la iluminación del teclado. Queda bastante resultón, aunque probablemente sea más llamativo en el teclado de color blanco que en el de color negro.

En la parte inferior hay varias gomas antideslizantes que hacen perfectamente su trabajo. Cuesta un poco moverlo para evitar desplazamientos involuntarios mientras se juega, pero no en exceso como para que impida recolocar rápidamente el teclado sobre la mesa. También hay un par de patas que permiten ajustar el teclado a dos alturas adicionales. Me he sentido más cómodo escribiendo con el teclado con las patas desplegadas a la máxima altura y sin el reposamuñecas ya que tengo las manos grandes acorde a alguien de metro noventa y en la mayoría de teclado no lo necesito. Pero para los que tengan las manos más pequeñas sin duda lo agradecerán.

Características

Vídeo

El Vulcan II Max tiene un tamaño de 463 mm × 236 mm × 33.5 mm y un peso de 1.3 kg incluyendo el reposamuñecas, o 1.04 kg sin él. Como he dicho, se nota de buena calidad de fabricación, incluidas las teclas y los interruptores. La decisión de que sean teclas de media altura permite ver mucho más la iluminación, que aunque no llegue a un brillo muy alto sí que da mejor resultado visual que los teclados con teclas que cubren prácticamente todo el interruptor.

Este teclado está disponible con dos tipos de interruptores ópticos Titan II de ROCCAT. Eso significa que la pulsación se detecta por el corte de una barrera de infrarrojos, lo cual evita el tiempo de rebote de las teclas y se detectan absolutamente todas las pulsaciones que se hagan, a diferencia de los mecánicos. Los incluidos en la versión analizada son los Titan II rojos, lineales con un punto de actuación a 1.4 mm y un recorrido total de 3.6 mm. También está disponible con los Titan II marrones, táctiles de punto de actuación a 1.8 mm y mis recorrido total.

Las teclas tienen seguidilla completa y anti toques fantasma como es habitual en un modelo para jugones. Integra una memoria que puede guardar cuatro perfiles de uso distintos.

Vulcan II Max de ROCCAT
Dimensiones463 mm × 236 mm × 33.5 mm
Peso1300 g
Conexióndos conectores USB 2.0
Cable1.8 m
InterruptoresTitan II ópticos rojos de ROCCAT
Muestreo100 Hz
Teclas multimediatres botones y una rueda de volumen
Detección individual de teclascompleta
Memoria interna4 perfiles
ExtrasRGB por tecla, algunas con dos ledes, reposamuñecas difusor de luz
PVPR229.99 euros/dólares
PVP200 euros (abril 2023)

Programa de configuración

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Como es habitual, la gestión del Magma se hace a través de Swarm, el programa de configuración multidispositivo de Roccat. Lo primero que habrá que hacer tras instalarlo es descargar el perfil del teclado y reiniciar la aplicación, lo cual lo hace prácticamente de manera automática.

El teclado dispone de memoria interna para cuatro perfiles, aunque por defecto los cambios no se aplican automáticamente. En la parte inferior de la pantalla hay un interruptor para elegir que sí se apliquen, y un botón para hacerlo manualmente. Tarda algún segundo que otro en aplicar cada cambio, por lo que prefiero aplicarlos manualmente.

Por lo demás, no hay gran cosa que controlar de este teclado. Hay una pestaña para la iluminación con varios modos predefinidos, como el habitual de estela, y se puede sincronizar la iluminación entre varios dispositivos de Roccat. Se puede reasignar teclas o crear ciertos atajos a través de la tecla designada como EasyShift+, pudiéndose hacer visualmente: clicas y arrastras la opción del desplegable de la izquierda y la llevas a alguna tecla de la parte derecha. Si es una tecla con posibilidad de EasyShift, se ofrece asignarla a la acción principal o secundaria.

Brillante iluminación y alto rendimiento

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ROCCAT lleva tiempo centrándose en darle un aspecto mejorado a sus teclados y lo está consiguiendo con el sistema de iluminación del reposamuñecas del Vulcan II Max. Probablemente es algo que me encanta de este teclado, aunque el reposamuñecas en sí a mí no me resulta de utilidad a la hora de escribir, aunque tampoco me molesta. La calidad de construcción es algo a destacar, sobre todo con su base de aluminio, y está en línea del coste que tiene este teclado de 230 euros de PVPR, aunque se pueda encontrar por bastante menos.

La pega que le pongo a muchos de los teclados de ROCCAT es que muchas veces solo los fabrica con la disposición estadounidense, ni siquiera con la europea, que al menos esta última los convertiría en totalmente aptos para que los usara aunque no tuvieran la serigrafía en español. Me cuesta acostumbrarme al intro de una sola fila y a la falta de la tecla de mayor/menor, indispensable para cuando programo, y programo mucho a lo largo de un día —menos que antes, pero aun así…—.

Pero el comportamiento de los interruptores ópticos es excelente. Siempre digo que no puedo asegurar totalmente que funcionen mejor que los mecánicos, pero la sensación de clic es ligeramente distinta y me gusta más. Los noto que funcionan ligeramente mejor, pero son percepciones subjetivas. Pero los ópticos me gustan personalmente más que los mecánicos. Además, la sensación de tecleo de los Titan II, con cierta retención hacia el final del recorrido, me gusta especialmente. Su distancia de actuación de los Titan II rojos de 1.4 mm los deja en un punto medio que me gusta, ya que no es tan fácil de activarlos por error, ni tardan más en notarse el efecto de la pulsación.

Puntuación

9.0

sobre 10

Lo mejor

  • Los interruptores ópticos.
  • Gran calidad de fabricación.
  • El sistema de iluminación.

Lo peor

  • Solo tiene disposición estadounidense.
  • El reposamuñecas es demasiado rígido.