El año 2022 fue malo en el terreno del consumo, con una inflación disparada, que unido a la falta de necesidad de renovación de equipos por dos años de auge de ventas. Eso ha propiciado un desplome de ventas de todos los componentes en el sector PC, que ha afectado a los fabricantes de placas base. Los cuatro grandes han vendido diez millones de unidades menos en 2022 frente a 2021.

ASRock ha perdido un 55 % de sus ventas de las seis millones de unidades hasta las 2.7 millones. MSI ha caído un 42 %, pasando de las 9.5 millones a las 5.5 millones. ASUS ha perdido un 25 %, quedándose en las 13.6 millones de unidades frente a 18 millones. Gigabyte es la que menos ha caído, un 14 %, pasando de las 11 millones hasta las 9.5 millones.

La recuperación en este sector no se espera hasta finales de 2023 o 2024, pero tardará en recuperar el nivel previo. Básicamente ha sido una caída para recuperar los niveles de 2019.

Vía: TechSpot.