Intel sigue con los recortes derivados de un mal 2022, y especialmente un terrible cuarto trimestre. Los siguientes tienen que ver con dos tecnologías con las que se las prometía muy felices pero que no van a ir a ninguna parte como son la arquitectura RISC-V y los conmutadores. Son dos líneas de negocio que cierran, que se suman a las otras cinco que han cerrado bajado la dirección de Pat Gelsinger, como la de las SSD serie Optane, el cual asegura que les ahorrará 1500 millones de dólares al año.

Aunque Gelsinger ha asegurado que la división de Red y Frontera sigue siendo rentable, no ven en su equipo de dirección que los conmutadores lo sean para lo que invierten en ellos. Ese negocio, ya cancelado, procede de la compra de la empresa Barefoot Networks en 2019, creada en 2013 y que consiguió una inversión de 144 millones de dólares en varias rondas de captación de fondos. La dura competencia en el sector de Cisco, NVIDIA Mellanox o Broadcom se ha hecho notar. La compañía ha prometido seguir dando asistencia a los que hayan comprado sus equipos.

En el caso de RISC-V, ha cerrado el programa Pionero de RISC-V (Pathfinder for RISC-V) con la que pretendía ayudar a desarrollar aplicaciones para procesadores con este conjunto de instrucciones. En el proceso Intel podía aprender de ese código para ver el potencial de RISC-V. Es una arquitectura abierta, gratuita y prometedora por ser moderna y más eficiente que la x86-64. En este caso no ha dado ningún preaviso, sino que ha cerrado la web y la información que tenía sobre el programa.

Vía: Tom's Hardware.