El culebrón de Twitter está dejando muchas noticias por lo que es mejor irlas recopilando cada pocos días. Las últimas tienen que ver con la caída de ingresos que está sufriendo la compañía tras la adquisición por parte de Elon Musk, en una oleada de cancelaciones de planes de publicidad de empresas relacionadas con el despiertismo. No les gusta que Musk haya comprado Twitter, aunque es ponerse la venda antes de hacerse la tirita. Antes de que Twitter se llene de troles prefieren retirar su publicidad para no afectar a sus marcas. Vale.

Sea como sea, eso está llevando a nuevos despidos en la compañía. Los actuales directivos han iniciado una segunda ronda de despidos que está afectando a los autónomos y subcontratas, entre 4500 y 5500 según las estimaciones iniciales. Este personal está contratado para proyectos puntuales en ingeniería o publicidad, pero también para la moderación de contenido. Uno de estos autónomos ha dicho que estaba realizando una actualización crítica —según su opinión— a las medidas de protección de la infancia en Twitter. «Me he enterado de mi despido por un tuit».

Esta ronda de despidos en realidad es lo más defendible de lo que está haciendo Musk hasta el momento. Tras las elecciones de 2016 y las supuestas ingerencias rusas, Twitter engordó los moderadores hasta más de mil quinientos, y actualmente podrían ser la mayor parte de esos hasta 5500 autónomos despedidos. Muchas empresas, incluso los periódicos despiertitos como el Washington Post, se han preguntado en los últimos tiempos cómo era posible que Twitter tuviera esa cantidad de moderadores externos a la empresa. Bueno, pues ya no los tiene. Al menos hay un problema con Twitter que Musk ha resuelto.

Vía: Ars Technica.