Análisis: módulos IRDM Pro de GOODRAM (DDR4-3600 CL 17)

La empresa polaca Goodram es de los pocos fabricantes de módulos de RAM que hay en Europa, y el único en la Europa central y del este. Sus productos funcionan igual de bien que los del resto aunque sea una marca menos conocida que Kingston o G.Skill, pero intenta darle más variedad a sus productos en el terreno del aspecto. Aunque los módulos IRDM Pro llevan tiempo en el mercado, se ha solido revisar el modelo en color negro. En este caso analizaré la versión en blanco roto de 3600 MHz.

Videoanálisis

Desembalado y características

Cada uno de estos módulos de Goodram llega en un blíster transparente con una pegatina indicando sus características. El kit de dos está unido por una pegatina adicional, por lo que no tienen una gran presentación. Tampoco es que haga falta. Los módulos son de baja altura, teniendo solo 33.2 mm de alto por lo que entrarán en cualquier equipo independientemente del disipador de la CPU que esté puesto.

El color de estos IRDM Pro es blanco roto, que queda bastante elegante. El aspecto del dispersor es igualmente discreto, liso y sencillo. En el frontal está el logo de la serie, IRDM, en color plateado reflectante. En la parte inferior izquierda pone que la serie IRDM Pro es de Goodram. En la parte superior está nuevamente el logo de IRDM Pro, con el mismo tono plateado. En la parte trasera está la pegatina con la información de los módulos, que en este caso son DDR4 a 3600 MHz con subtiempos 17-19-19-39 y funcionan a 1.35 voltios.

Como es habitual, para usar el perfil de memoria a 3600 MHz hay que activarlo expresamente en el BIOS del equipo. Se puede comprobar que Windows lo ha detectado correctamente usando herramientas como CPU-Z y para hacer alguna prueba de estrés puntual para comprobar su estabilidad. Generalmente si no supera la comprobación del BIOS el equipo no arrancará y tras varios intentos volverá a la pantalla de configuración del BIOS. No habrá problema en su detección en cualquier placa base de los últimos años porque 3600 MHz no es precisamente una gran frecuencia de funcionamiento para los estándares de 2022. En el equipo de pruebas no ha habido mayor problema en su detección.

Pruebas

Para analizar estos módulos he usado un equipo de pruebas con un Ryzen 7 5800X, placa ROG Strix X570-F Gaming de ASUS y una RTX 3080, además de una serie de módulos adicionales con los que comparar sus resultados. Por tanto, los módulos probados y sus latencias son:

• IRDM Pro (Goodram): 3600 MHz, 17-19-19-39
• XLR8 Gaming Epic X (PNY): 3200 MHz, 16-18-18-38
• Spectrix D60G (ADATA XPG): 3200 MHz, 16-20-20-39
• Spectrix D50 (ADATA XPG): 3600 MHz, 18-20-20-42

La primera prueba es AIDA 64, que sirve para comprobar el ancho de banda (en megas por segundo) y la latencia (en nanosegundos). Ejecuto la prueba en el modo seguro con diversas cosas desabilitadas de Windows y que tienen tendencia a molestar, como el indexador de archivos.

La siguiente prueba es Cinebench R23, que es de renderizado y que perfila bastante bien la potencia de los procesadores porque, como se ve, no depende de la memoria.

A continuación hay dos juegos: The Division 2 y Shadow of the Tomb Raider. El primero no suele depende mucho de la memoria pero el segundo sí. Uso los ajustes 'ultra' y 'muy alto' en cada uno de ellos.

Una prueba de codificación usando Handbrake. Uso el archivo mp4 a 4K y 60 f/s del videanálisis del Core i5-12400F y lo cambio a 1080p y 30 f/s en MKV.

Por último, una prueba de cómputo, Super Pi, que además sirve para comprobar la estabilidad de la sobrefrecuencia de la memoria.

En los resultados se puede ver que para jugar puede haber una cierta diferencia entre usar módulos de 3200 MHz y otros de 3600 MHz, pero dependerá mucho del juego. Shadow of the Tomb Raider es muy dependiente de la frecuencia de la memoria y por tanto le afecta más que a The Division 2, que en la práctica no hay diferencia.

Las cargas profesionales que no dependen de la memoria, como el renderizado de la prueba Cinebench R23, no hay ninguna diferencia entre usar cualquiera de los módulos. Dan el mismo resultado con una diferencia ínfima que cae totalmente en el margen de error. En otras, como Super Pi que es básicamente cómputo dependiente de la memoria, la diferencia de rendimiento puede ser mayor entre 3200 y 3600 MHz, superando el margen de error al ser prácticamente del tres por ciento, pero entre los dos módulos analizados de 3600 MHz la diferencia es de un uno por ciento.

Overclocking

He podido subir los IRDM Pro hasta los 3800 MHz dejando las latencias y han funcionado sin problemas, pero no he tenido tanta suerte con los 4000 MHz. No ha habido una mejora de rendimiento significativa en ninguna prueba a 3800 MHz. Luego he probado a bajar un punto todos los subtiempos, y el equipo se ha colgado.

La tercera prueba ha sido simplemente bajar un punto la latencia CAS, y eso ha tenido bastante buen efecto. La latencia del módulo ha bajado a 60.6 ns, en Super Pi ha pasado la prueba en 15.91 s, y en Shadow of the Tomb Raider se alcanzan los 205 f/s. He tenido el equipo con la prueba de este juego durante un par de horas y no ha dado problemas. Con más tiempo quizás se podrían optimizar más los subtiempos, pero por el modelo de módulo tampoco se pueden esperar maravillas en este terreno.

Conclusión

Hay muchos jugones que buscan placas base, memoria y otros componentes de color blanco, o al menos que se alejan del monótono color negro, y estos IRDM Pro vienen a cubrir sus gustos. Pese a su pequeño tamaño, he podido incluso modificar la frecuencia y los subtiempos para ganar algo más de rendimiento.

Este kit de 16 GB de DDR4 a 3600 MHz suele rondar los 80 euros, al igual que módulos similares, aunque estos tienen unos subtiempos ligeramente inferiores. Como la memoria es un componente de PC que cambia de precio cada pocos días, tampoco es que pueda hablar mucho del precio porque unos días puede haber módulos mejores a un precio similar o menor, y otros puede que estos IRDM Pro estén a un precio mucho mejor.

Visto todo lo anterior, no hay mucho más que decir. Estos módulos IRDM Pro de Goodram tienen el rendimiento esperado, me resultan bastante bonitos y se van a poder usar en cualquier equipo sin problemas, por lo que son muy recomendables.