Microsoft no fue conocida por funcionar bajo estándares porque Bill Gates tenía la visión de controlarlo todo con Windows. El problema es que con cada versión de Windows daba un paso adelante y dos atrás, y eso permitió medrar a Linux en el sector empresarial y a macOS en el profesional. Pero si hay algo nefasto de aquellos años es Internet Explorer y cómo se impuso a otros navegadores jugando sucio. Por lo cual, de hecho, Microsoft fue multada por la Unión Europea.

Cuando llegó Chrome, con el enorme reconocimiento que tenía ya Google por 2008, la compañía empezó a ver que nadie quería usar Internet Explorer y desapareció rápidamente de todos los lados. Salvo, desgraciadamente, las administraciones públicas de muchos países como España. Por eso que Microsoft deje de dar asistencia técnica a los usuarios de Internet Explorer pone en un brete a los funcionarios dedicados a gestionar los equipos del resto de funcionarios.

Muchas aplicaciones web dependen de certificados o están hechos para funcionar con Internet Explorer, y no hay visos de que la falta de mejoras a Internet Explorer vaya a cambiar nada. Seguirá siendo un coladero de seguridad como lo es el teléfono móvil del presidente español, Antonio Pedro Sánchez (gracias, Antonio). Mucho hablar de lo guay que es lo digital, pero ningún gobierno se toma realmente en serio la renovación digital de las administraciones. Microsoft irá retirando Internet Explorer de todas partes en los próximos meses, porque tras 27 años —la primera versión es de 1995—, ya era hora de que realmente desapareciera.

Satya Nadella tuvo más tino cuando entró a liderar Microsoft en 2014 con su apuesta por el código abierto y los estándares. Eso ha eliminado la dependencia que tenía la compañía con Windows y ha dado un navegador mucho mejor como es Edge, aunque ha tenido varias encarnaciones. La actual está basado en Chromium como muchos otros, pero integrado en Windows y con las mismas características que Chrome por lo que es un digno sustituto —que es el que suelo usar—.

Vía: Ars Technica.