Twitter está inmersa en el proceso de adquisición iniciada por Elon Musk y que finalmente el consejo de administración aprobó pese a ser muy reacio al trato. Pero era un estupendo trato, y para evitar demandas de los accionistas por administración desleal no tuvieron más remedio que echarla adelante. En estas semanas Elon Musk ha puesto en pausa la compra, Jack Dorsey ha salido del consejo de administración en un paso más para desligarse de la compañía, y el Gobierno de los EUA ha demandado a la compañía.

Hay dos problemas encontrados por el Gobierno estadounidense. El primero es que desde mayo de 2013 hasta septiembre de 2019 la compañía indicó que algunos datos solo los usaba par proteger las cuentas de los usuarios, como la dirección de correo electrónico o el número de teléfono. Sin embargo, la red de microblogueo usó esa información con fines publicitarios.

El segundo problema es que la compañía no estableció las suficientes salvaguardas para que los empleados de la compañía no pudieran acceder a la información de los usuarios que tenían el perfil privado. Twitter indicaba en sus normas de uso que los mensajes directos o los tuits solo podían ser vistos por el receptor o receptores de los mismos.

Entre medias, Elon Musk ha hecho cambios al origen de los 44 000 millones de dólares que va a usar para comprar Twitter. Uno de los préstamos, de 6250 M$, iba a ser solicitado poniendo de aval acciones de Tesla. Musk ha conseguido financiación adicional por ese valor de otras fuentes, por lo que ya no tiene que poner en juego sus acciones de Tesla. No ha hecho público el origen de esa financiación, pero tarde o temprano lo tendrá que hacer.

Por su parte, Twitter ha indicado, en boca de su director ejecutivo Parag Agrawal, que están haciendo todo lo posible por avanzar en la oferta de compra de la compañía. Mientras tanto, el equipo de la compañía sigue trabajando con normalidad en el producto. La compañía no está respondiendo a las preguntas relacionadas con la compra, y ha pasado por una junta de accionistas sin mencionar ni una sola vez a Musk.

Actualización: pocas horas después de ser denunciado por el Gobierno de los EUA, Twitter ha aceptado pagar una multa de 150 millones de dólares. Los afectados fueron más de 140 millones de usuarios de Twitter según ha indicado la Comisión Federal del Comercio (FTC), y el acuerdo se ha cerrado también con el Ministerio de Justicia del país.