Elon Musk ha dado muchos titulares en las últimas semanas debido a la adquisición de Twitter por 43 000 millones de dólares, pero quiere dar aún más. En este caso, para intentar obtener una rebaja en la compra, o echarse atrás totalmente si no le convencen las explicaciones de Twitter sobre el número de cuentas falsas activas que hay. Estas inflan en última instancia la cifra de usuarios únicos activos mensuales. Recientemente Twitter tuvo que corroborar que sobrestimó la cifra en dos millones por problemas de conteo de los usuarios con varias cuentas.

El problema ha surgido por una notificación a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de los EUA en la que Twitter indicaba que desconocía la cantidad de cuentas falsas que hay activas. En un sondeo con un porcentaje pequeño de los usuarios estimó que serían menos del 5 %, pero que tampoco lo podía afirmar con rotundidad, indicando que al igual que podrían ser menos del 5 % también podrían ser bastantes más.

Tras el anuncio de la suspensión de la adquisición las acciones de Twitter se han desplomado un 9 %. Poco después ha vuelto a salir Elon Musk a Twitter para decir que seguía comprometido con la adquisición de la compañía. Tras un pequeño repunte, las acciones han vuelto a bajar.

El problema de fondo es que no es lo mismo pagar 43 000 millones de dólares por una empresa que tiene 200 millones de usuarios activos que por una que puede tener 180 millones, 170 millones o 150 millones. Si las explicaciones de Twitter no le convencen, y deben convencer también a la SEC, Musk estaría en su derecho de cancelar la oferta en caso de que no consiguiera una rebaja adecuada en el precio de compra.