La posibilidad de subirle la frecuencia a los procesadores Core de 12.ª generación es algo que puede ser de utilidad en ciertos escenarios, pero la necesidad de una placa base más cara y con acceso a DDR5 hace que en su lugar sea más interesante comprar un procesador mejor que ponerse a subirlo. Si bajan de precio las placas base o llegara a las de DDR4 quizás la historia sea diferente. Pero no parece que Intel esté muy contenta con la posibilidad de subir los procesadores no K, aquellos no preparados para subir frecuencias (overclocking).

Preguntado por ello, Intel ha indicado que «los procesadores no K no han sido diseñados para overclocking». Intel no proporciona garantía a estos procesadores si se les saca de su funcionamiento normal, e indica que «alterar la frecuencia o voltaje puede dañar o reducir la vida útil del procesador y otros componentes del sistema, y puede reducir la estabilidad y rendimiento».

Se rumorea que esta capacidad de subir los procesadores a través del aumento del reloj base (BCLK) es un error en el microcódigo del BIOS de las placas base y uno que podría solucionarse en el futuro. El Core i3-12100 obtiene unas mejoras de rendimiento superiores al 50 %, casi del 60 %, a través de la modificación del reloj base y el Core i5-12400 se sitúa sobre el 40 %. Por su coste, son los más interesantes para este tipo de prácticas, aunque sea algo más anecdótico debido al sobrecoste de necesitar una mejor refrigeración, placa base y la DDR5. Aun así, parece que al menos uno de los fabricantes de placas base va a llevar esta subida del BCLK a las que usan DDR4, si Intel no le para los pies antes.

Fuente: Tom's Hardware. Vía: TechPowerUp.