Pat Gelsinger ha tomado las riendas de Intel en una situación en la que el anterior director ejecutivo le dejó la compañía saneada económicamente de cara al futuro. Lo que ha tenido que hacer Gelsinger es reorganizar la plantilla, recontratar antiguo talento y hacer fichajes nuevos, establecer un itinerario agresivo de desarrollo de procesos litográficos, anunciar la apertura de sus fundiciones a terceros y expandir la producción. Minucias. Sea como sea, creyendo que lo tiene todo controlado ha echado las culpas de la actual posición de desventaja de Intel a los anteriores directores ejecutivos.

Se refiere sobre todo a la falta de innovación y aunque no lo dice así a un ligero caos en su parte de ingeniería que es en lo que más ha trabajado en solucionar. Gelsinger está presionando a la maquinaria de Intel para recobrarse el favor de sus clientes. Eso implica tener los pedidos de sus clientes antes de lo que han pedido, pero también a través de una variedad de procesadores de mayor potencia y competitivos. Pero no solo frente a AMD, la cual domina ahora mismo el sector con la potencia-coste de sus procesadores, sino a Apple.

Ha indicado que Apple ha hecho un trabajo muy bueno con sus últimos procesadores aunque espera recuperarlo como cliente cuando le demuestre en lo que están trabajando. Lo ha dicho antes del anuncia de los M1 Pro y M1 Max que prácticamente duplican la potencia de CPU del M1 y la GPU escala perfectamente, cuadruplicando la potencia en el M1 Max y duplicándola en el M1 Pro. La parte de CPU está en la línea de potencia de un Ryzen 5 5800X con un consumo ínfimo. Veo difícil que en el corto plazo Intel vaya a recuperar a Apple como cliente, pero Gelsinger puede soñar lo que quiera.

Vía: Guru3D.