La venta de monitores se ha disparado en el último año por la coyuntura sanitaria aunque sigue una tendencia de años anteriores de un mayor compra de modelos orientados a jugar. O sea, de alta tasa de refresco aunque no sean solo útiles en juegos. La firma IDC estima que la venta de este tipo de monitores seguirá en aumento hasta 2025, momento en el que el se venderán anualmente en torno a los 26.4 millones de monitores para jugar.

En 2020 se habrían vendido 14.2 millones según los datos de IDC, por lo que es básicamente duplicar esa cantidad en cinco años. Bien es cierto que ahora mismo hay monitores IPS de 144 Hz bastante baratos, tanto FHD como QHD, por lo que los convierte en un tipo de monitor muy atractivo. Tras el aumento de que se espera de más del 40 % de ventas de estos monitores durante 2021 el aumento de ventas se espera que sea de entre el 5 % y el 10 % hasta 2025.

Este aumento irá de la mano de un aumento del volumen de ventas de los PC preensamblados para jugar, tanto sobremesas como portátiles. El aumento de ventas será de en torno al 12 % durante este 2021. Son equipos que se han mantenido «más o menos» a salvo de la escasez de chips por una demanda normal frente a equipos más normales y baratos para teletrabajar.

Aun así se espera que su volumen de ventas crezca en torno a un 5 % anual hasta 2025 hasta situarse en las 52.3 millones de unidades vendidas. De hecho, IDC indica que algunos temen que el levantamiento de los confinamientos haga hundirse la demanda de los PC para jugar pero no consideran que eso vaya a ocurrir por los datos que manejan.

El precio medio del PC para jugar fue de 925 dólares en 2020 y se espera que aumente hasta los 1007 dólares en 2025. Por contra, el precio medio de los monitores para jugar pasará de 339 dólares en 2020 hasta los 309 dólares en 2025.

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Vía: TechPowerUp.