El sector de los semiconductores ha tenido un año en el que los costes han ido en aumento. El principal problema ha estado en los confinamientos por la covid-19 que hizo que se hundiera la demanda de ciertas materias primas para posteriormente volver de manera abrupta a la demanda habitual sin haber aumentado adecuadamente la producción. Pero debido a los confinamientos se ha producido un aumento adicional de la electrónica y por tanto de esas materias primas que se dejaron de producir. El caso es que todo está patas arriba, y eso incluye el precio de los metales usados en el mundo de la electrónica. Y podría ir a peor.

Por un lado, el precio de las tierras raras se ha disparado y son muy usadas en todo tipo de productos de electrónica, desde la fabricación de chips hasta imanes. Una tierra rara es un óxido de un metal que casi no se encuentra de forma pura en la naturaleza, pero no tiene por qué ser escaso en la corteza terrestre. Otros metales, aleaciones y elementos químicos en general han experimentado un fuerte aumento de demanda, algunos tan comunes como el aluminio o el cobre.

Con respecto a septiembre del año pasado, un informe de la Bolsa de Metales de Londres valora la situación del mercadeo de metales y la subida de precio de metales y tierras raras. El precio del carbonato de litio ha aumentado un 150 %, el óxido de holmio un 109.4 %, el estaño un 81.8 %, el neodimio un 73.7 %, el óxido de terbio un 60.4 %, el aluminio un 55.4 %, el cobalto un 51.5 % y el cobre un 37.3 %.

Todos esos metales y compuestos se usan en baterías, estructura de aviones y submarinos, imanes usados en todo tipo de productos, ledes para iluminación o para pantallas, láseres, sónares, armamento, equipo médico, empaquetado de chips, fabricación de obleas… Mencionaba hace unos días que la enorme reducción de uso de cobre y aluminio en la refrigeración de la PlayStation 5 no era tampoco casual, aunque se haya comprobado que la refrigeración anterior estaba enormemente sobredimensionada.

Tras romperse de la forma que se ha roto la cadena de suministro y el equilibrio en la oferta y demanda debido a la covid-19 se puede tardar un lustro en que todo vuelva a la normalidad. La mayoría de los analistas coinciden en que se tardará al menos hasta 2023 para que se normalicen los principales sectores pero puede haber altibajos.

Eso será un año más de escasez de electrónica, y el aumento del precio de las materias primas como metales y tierras raras tendrán un impacto adicional en el precio. Aunque compañías que han tenido un poco más de visión de futuro como Apple ya usan un cien por cien de tierras raras recicladas como por ejemplo en sus iPhone 13 por lo que se verán menos afectadas —lo cual no quiere decir que no vayan a aprovechar para subir los precios y aumentar su margen de beneficios—.

La demanda de tierras raras va a seguir en aumento por lo que tampoco se prevé que una vez llegadas a los precios indicados por la Bolsa de Metales de Londres vayan a bajar en el futuro. Lo cual generaría una subida permanente de precios de la electrónica. Debido a la naturaleza de las tierras raras —se encuentran mayormente combinadas con otros elementos—, su separación suele ser un proceso altamente contaminante y solo China tiene la producción (55 % mundial) y plantas de refinado (85 % mundial) para autoabastecerse de ellas. Otros países como EE. UU. han ido aumentando su dependencia de terceros para separar los metales y es muy difícil que por sus leyes medioambientales puedan crear nuevas plantas de refinado de tierras raras.

Suele rentar recurrir a comprar las tierras raras en China debido a que también se producen allí un gran porcentaje de la electrónica que se consume en el resto del mundo. Aunque, eso sí, la situación del sector está afectando a las empresas chinas, principalmente pymes con contratos a largo plazo no renegociables, enviándolas a la bancarrota. Otras empresas más grandes están simplemente aumentando los precios como la compañía de altavoces Sonos, en el orden de 10 a 100 dólares según el producto. El resto de compañías sin duda le seguirán.

Vía: Tom's Hardware.