Intel ha estado expandiendo su producción en los últimos tres años, y en previsión del incierto futuro ha optado por realizar una alta inversión adicional. Se trata de poner 20 000 millones de dólares para erigir dos nuevas fábricas en el estado de Arizona (EUA) que estarían completar para 2024. Las obras empezarán de manera inminente. en el campus de Chandler (Arizona) para llevar el número de instalaciones hasta las seis.

La peculiaridad de estas fábricas es que estarán destinadas a la producción con luz ultravioleta extrema —en principio los 7 nm—, y estarán equipadas con los escáneres de ASML. Estas fábricas crearán tres mil puestos de trabajo dentro de Intel, otros tres mil durante su construcción, y calculan que otros 15 000 indirectos. Usarán agua reciclada así como energía verde procedente de proyectos en el campus y de otras compañías de energía limpia.

Sobre la externalización de producción a TSMC, Intel sigue insistiendo en que lo hace con la idea de usar el mejor proceso litográfico para cada producto concreto, independientemente de si eso proceso es de ella, TSMC, Samsung o quien sea. Aun así la compañía invierte actualmente 7000 M$ en producción en TSMC —sobre todo de chips ASIC y similares de sus filiales— y seguirá invirtiendo más ahora que va a cambiar sus procesadores a un diseño de chíplets en lugar de uno monolítico.

Intel intentó a principios de los 2010 abrir sus fábricas a los diseños de terceros, pero con el retraso del proceso de 10 nm abandonó lo que se conocía como los servicios de fundición de Intel (IFS, Intel Foundry Services). En esta ocasión va a ser más abierto y usará estándares, y por eso colaborará con Cadence y Synopsys para crear las herramientas y software de diseño y validación de chips que es el gran escollo que puede encontrar un tercero para utilizar los procesos litográficos de Intel.

La compañía fabricará procesadores de arquitectura x86, ARM y RISC-V con las tecnologías de fabricación y empaquetado que tiene, como Foveros. Podría ofrecer licencias a los diseños de sus arquitecturas x86 o limitarse a crear chips semipersonalizados como hace AMD pero además produciéndolos ella misma. No ha ahondado en ello. La ventaja es que se diseñaría y produciría dentro de los EE. UU., que eso a Biden le encantará —y el malvado nacionalista era Trump—. Intel hablará de los planes de la nueva IFS más avanzado este año.

Vía: AnandTech.