Tras el destierro de Brian Krzanich como director ejecutivo de Intel, la compañía fichó a Bob Swan, un economista que poco o nada sabía de la producción de microchips. Aunque su gestión al frente de la empresa ha tenido que ver más con reorganizar la producción, establecer un itinerario más agresivo y cambiar la relación con la prensa y los inversores, al final se le escapan los pequeños detalles que pueden hacer encallar sus propuestas. Tras pasar lo peor de la escasez de producción y en estado de asedio perpetuo por parte de AMD, Intel fichó a Pat Gelsinger para liderar la compañía.

Llevaba unas semanas haciendo la transición de poderes y poniéndose al día, por lo Bob Swan ha sido más bien el director ejecutivo en funciones, dejando las decisiones relevantes a Pat Gelsinger. Hoy, 15 de febrero de 2021, es cuando la compañía hace efectivos los cambios en su dirección, y por tanto Gelsinger ya tiene plenos poderes para hacer y deshacer a su antojo en la compañía.

La ventaja de Pat Gelsinger es que es un ingeniero veterano de Intel y por tanto tiene un perfil muy técnico, teniendo en su currículum arquitecturas como la del 80486 y otras catorce generaciones de Core y Xeon. Estuvo trabajando en Intel durante treinta años, y en los últimos años ha sido el director ejecutivo VMWare a la cual ha llevado a batir récords de ingresos trimestre tras trimestre. No voy a repetir el chiste que hice en la noticia del anuncio previo, pero me parece fundamental que una empresa de ingeniería esté liderada por... ingenieros.

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