AMD se está tomando con calma la retrocompatibilidad de sus chips serie 400 con los últimos Ryzen 5000 y no llegarán las primeras actualizaciones de BIOS de los fabricantes de placas base hasta enero. Se queda fuera de momento las placas base serie 300, aunque en principio no hay ningún problema técnico que impidiera usar los Ryzen 5000 en ellas, al menos de manera básica. Las características adicionales que traen los Ryzen 5000, por ejemplo el acceso inteligente a memoria con una RX 6800, es cuestión aparte.

De momento ha aparecido una supuesta placa base A320 con una versión de prueba de BIOS que le permite funcionar con un Ryzen 9 5900X. Ese BIOS implementa el AGESA compatible con los Ryzen 5000, aunque con solo una pantalla del BIOS reconociendo el procesador no es mucho para saber si sería estable o incluso si funcionaría bien bajo Windows u otros sistemas operativos.

El motivo por el que no todas las placas base tienen compatibilidad con los Ryzen 5000 es por un tema de espacio en el chip EEPROM en el que va grabada esa BIOS. Al ir añadiendo más modelos de procesadores se precisa de más microcódigo para controlarlos y eso requiere espacio. Las placas base serie 300 incluyeron inicialmente 16 MB de EEPROM cuando lo recomendable habría sido 32 MB, por lo que es inviable meter toda la información de todos los procesadores Ryzen. Por eso hay compañías que ofrecerán actualizaciones optativas de BIOS para sus placas base que recortan la interfaz o el número de procesadores compatibles para que se puedan usar los Ryzen 5000 en ellas. Son sobre todo las de serie 400, porque oficialmente AMD no tiene interés en que las de serie 300 sean compatibles con los Ryzen 5000.

gxklxkeqzinnjr4u.jpg

Vía: TechPowerUp.