La llegada de los nuevos procesadores Core de 10.ª generación para portátiles no ha modificado mucho el mercado porque básicamente es una continuación de lo ya visto en la 9.ª generación. Pero cuando se combinan con una tarjeta gráfica potente la mayor potencia por núcleo que tienen permite aprovecharlas mejor. Gigabyte ha tenido eso en mente a la hora de renovar sus portátiles Aorus, y sobre todo en el Aorus 7 que analizo en este artículo.

El equipo recibido para analizar, cortesía de Gigabyte, se sitúa en el punto dulce de precio y potencia al incluir el Core i7-10750H con la potente RTX 2060 de movilidad. Pero la potencia de los chips de portátiles dependen enormemente del sistema de refrigeración que incluyan, y por eso suele ser el punto que más se mira a la hora de comprar un equipo. Gigabyte ha modificado ese y otros aspectos en el nuevo Aorus 7 KB.

Diseño y características

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El Aorus 7 KB es un modelo hecho en plástico y aluminio que está orientado a una zona de precios de entre 1000 y 1500 euros aproximadamente. Es donde se aglutinan la mayoría de los portátiles que realmente son para jugar, y entiéndase por ello «con buena potencia gráfica». Hay muchos equipos con tarjetas gráficas con una GTX 1650 que sirven para jugar a deportes electrónicos a alta tasa de fotogramas o a FHD y 60 Hz cambiando la calidad gráfica, pero son equipos que están destinados a cualquier persona, desde lo que buscan algo para ofimática hasta los que buscan algo para programar o diseñar.

Gigabyte ha modificado algunos aspectos del Aorus 7, pero en general se mantiene como un equipo con buena calidad de fabricación. La plancha de aluminio sobre la que descansan las teclas tiene buena rigidez y no se comba con su uso más de lo que lo haría cualquier otro portátil. La pantalla tiene pocos marcos, siendo de 43.9 cm de diagonal con resolución FHD y 144 Hz de refresco. Este último detalle ya es sinónimo de que es un equipo para jugar, aunque tenga ventajas en el día a día aunque aumente indirectamente el consumo del panel. Tiene buena calidad de color ya que cubre el 100 % de la escala sRGB, y su brillo máximo se sitúa en torno a los 350 nits.

Aorus 7 KB de Gigabyte
ProcesadorCore i7-10750H de Intel
GráficaRTX 2060 de Nvidia
Memoria16 GB DDR4-2667
Pantalla17.3 pulgadas, panel IPS, 1920 × 1080 píxeles, 400 nits de brillo máximo, 144 Hz
Almacenamiento500 GB de SSD tipo PCIe 3.0 ×4
Puertos1× USB 2.0, 2× USB 3.0, 1× USB 3.1 tipo C (datos y vídeo DisplayPort), 1× HDMI 2.0
Conectividadwifi 802.11 ax, Bluetooth 5.0, Ethernet
Batería48.96 Wh, cargador de 180 W (19.5 V y 9.23 A)
Dimensiones395 mm × 260 mm × 29 mm
Peso2.5 kg
ExtrasCierre de seguridad Kensington, cámara web

El modelo recibido tiene un Core i7-10750H de seis núcleos y una GeForce RTX 2060 de movilidad. La combinación es muy potente para los que quieran jugar, aunque en la práctica la RTX 2060 no se diferencie mucho en potencia en bruto frente a la GTX 1660 Ti y cueste algo más. A cambio se obtiene la posibilidad de jugar con trazado de rayos en tiempo real y la aplicación del suavizado y supermuestreo DLSS.

El equipo también dispone de dos bancos de memoria para DDR4, y está bien surtido de espacio para almacenamiento con dos ranuras M.2 y una bahía de 2.5 pulgadas. En la parte inferior del equipo se puede ver la minúscula batería que incluye, ya que es intercambiable y de unas 50 Wh; un punto a favor por lo de «intercambiable» y un minipunto en contra por ser solo de 50 Wh.

Gigabyte ha modificado ligeramente el diseño del Aorus 7 pero mantiene la estética general del equipo. Expande el uso del aluminio a la tapa del equipo, lo cual le da una sensación mucho mejor, pero tengo una pega con este diseño. El teclado ahora queda hundido respecto al panel táctil, pero está abierto en los laterales, por lo que al cogerlo por el lateral, lo cual es muy habitual, se hace presión sobre la zona y se dobla fácilmente. No tengo claro que esto afecte a la vida útil de la pantalla o el equipo, pero es algo que no me gusta. Para que tengáis claro de lo que hablo, os dejo una imagen.

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La ubicación y posición de los puertos es variada. En la parte posterior del equipo tiene la toma de corriente, un HDMI 2.0 (4K y 60 Hz), y un USB 3.1 tipo C compatible con DisplayPort. En el lateral izquierdo tiene un USB 2.0, un USB 3.0 y dos de audio de 3.5 mm. En el lateral derecho incluye un USB 3.0, un USB 3.0 tipo C y un lector de tarjetas SD. Se echa quizás en falta, por el tipo de equipo, un Thunderbolt 3, pero solo lo podría notar los usuarios más avanzados.

El teclado es el habitual de portátiles, de perfil bajo gracias a interruptores de tipo tijera, y cuenta con iluminación RGB en una sola zona. Se puede configurar a través de un programa de Gigabyte o desde el propio teclado. Da buena sensación de tecleo, con una separación entre teclas mayor de la habitual, y al ser un equipo grande tiene integrado un teclado numérico. La disposición de teclas en sí es la europea, y específicamente este modelo recibido tiene la serigrafía española con la eñe. El panel táctil usa los controladores Precision Touchpad de Microsoft, por lo que su funcionamiento es excelente y me gustaría que terminara de expandirse a todos los portátiles que llegan al mercado.

Rendimiento del procesador

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El Core i7-10750H es un modelo ligeramente mejorado del Core i7-9750H de la pasada generación, y por tanto no supone un gran cambio. Sigue siendo un procesador fabricado a 14 nm, por lo que tiene un consumo algo mayor que el modelo anterior habida cuenta de que tiene una frecuencia turbo que pasa de los 4.5 GHz a los 5 GHz, manteniendo la frecuencia base de 2.6 GHz y la configuración de seis núcleos con multihilo.

Puesto que se trata de un procesador para movilidad las compañías siempre tienen la opción de modificar su consumo cambiando su potencia de diseño térmico (TDP). En este caso lo normal es que sea de 45 W, pero se puede bajar hasta los 35 W, por lo que dos equipos con el 10750H pueden rendir sustancialmente distinto. En este caso Gigabyte usa la versión normal de 45 W, que es la mejor compañera para la tarjeta gráfica que integra el Aorus 7 KB.

El procesador consigue en torno a un 10 % más de potencia que el 9750H, lo cual lo sitúa aún más cerca de los Core i9 de la pasada generación. Es un buen procesador para portátiles, aunque el consumo sea alto y en algún momento me gustaría ver a Gigabyte usando los procesadores Ryzen 4000 de AMD, aunque debido a su baja disponibilidad es normal que compañías como Gigabyte se sigan aferrando a Intel.

Cinebench R20, monohilo
Aorus 7 KB
Core i7-10750H
489
MacBook Pro 16
Core i9-9980HK
479
Aorus 15 SA
Core i7-9750H
431
Cinebench R20, multihilo
MacBook Pro 16
Core i9-9980HK
3357
Aorus 7 KB
Core i7-10750H
2889
Aorus 15 SA
Core i7-9750H
2493

Rendimiento de la tarjeta gráfica

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Este equipo tiene una buena potencia gráfica gracias a la GeForce RTX 2060 de movilidad que integra. Es una versión con el turbo máximo estándar de 1200 MHz, por lo que no es una versión Max-Q de bajo consumo y debería ofrecer toda la potencia del chip siempre que la refrigeración lo permita.

Este modelo incluye 1920 núcleos CUDA, los mismos que la RTX 2060 de sobremesa, con 6 GB de GDDR6 a 14 GHz. Siendo una RTX 20 tiene acceso a la arquitectura Turing completa, y eso significa que tiene núcleos tensoriales y núcleos de trazado de rayos (TR) además de los CUDA.

Nvidia ha hecho grandes progresos en el apartado de la adopción del trazado de rayos por parte de los desarrolladores, pero solo hay un puñado de juegos que implementen TR. Los núcleos tensoriales son más interesantes porque son para cálculos de inteligencia artificial, que en el caso de Nvidia lo usa para realizar un supermuestreo con suavizado llamado DLSS (supermuestreo por inteligencia artificial). Está desarrollado para compensar la pérdida de rendimiento introducida por el trazado de rayos, y es muy efectiva en su segunda versión, DLSS 2.0, aunque sigue sin haber casi juegos que la usen.

APIMedia (f/s)Percentil 99 (f/s)
Shadow of the Tomb RaiderDX1287.039.2
DX12+RTX+DLSS76.234.5
HitmanDX1292.959.5
Total War: Warhammer IIDX1161.851.4
The Witcher 3DX1177.240.5
Red Dead Redemption 2Vulkan37.634.12

El único juego que tenía a mano que implementa alguna de las dos tecnologías era Shadow of the Tomb Raider, aunque ya me estoy haciendo con Control y Death Stranding, que tendrán que esperar al análisis de la RTX 3080 para aparecer en mis análisis. Este juego da la opción de activar sombras mediante trazado de rayos así como DLSS, y este último es un supermuestreo con suavizado incluido, lo cual significa que para hacer la salida a 2K (1080p) genera la imagen a menor resolución, por ejemplo 720p, y luego la supermuestrea a una resolución de 16K (8640p) mediante inteligencia artificial con los núcleos tensoriales y luego se reduce a los 1080p de salida elegidos por el usuario.

En este juego, al activar el trazado de rayos en calidad ultra hay una pérdida sustancial de rendimiento compensada solo ligeramente por DLSS, por lo que deja la tasa media de fotogramas por segundo en 54. En este juego Nvidia recomienda que la calidad del trazado de rayos se ponga en media, y con ese ajuste los fotogramas por segundo se van a unos 76. En esta implementación de DLSS 1.0 se puede notar, quizás, una ligera pérdida de calidad gráfica respecto a que sea 1080p real, pero en los juegos recientes con DLSS 2.0 esa pérdida de calidad no existe y, de hecho, puede mejorar la calidad con más detalle.

Almacenamiento

Actualmente no concibo comprar ningún equipo nuevo que no tenga una unidad de estado sólido (SSD) en él. El Aorus 7 KB no es distinto y, como casi todos los portátiles que llegan al mercado, tiene una SSD de tipo M.2 con interfaz. Los que no traen una PCIe llegan con una SATA3, pero ya son los que menos porque están a un precio similar —al menos las PCIe más baratas—.

El modelo recibido incluye 500 GB de SSD de tipo PCIe 3.0 ×4, por lo que es una unidad rápida. No hay pegas en este terreno, porque además el equipo permite instalar otra unidad M.2 y además una unidad de 2.5 pulgadas, por lo que tiene capacidad de almacenamiento de sobra. No recomiendo en ningún caso instalarle un disco duro, por su mayor consumo y por el ruido, y porque estamos en 2020, no en 2010. 500 GB es un mínimo que veo bien para el sistema operativo y algunos juegos, y debería ser suficiente

Autonomía

La autonomía de los mejores portátiles para juegos no suele ser muy buena, ya que incluso el consumo en reposo es alto por los componentes que incluyen, y eso son unos 20 W. Este equipo dispone de una batería de unos 50 vatios/horas (Wh), y el equipo se proporciona con un cargador de 180 W (19.5 V y 9.23 A). En carga completa el equipo consumirá en torno a los 150 W, por lo que el cargador tiene margen para mantenerlo siempre alimentado.

Este tipo de portátiles están hechos para funcionar siempre conectados a la toma eléctrica porque su batería se agota en un suspiro. Si se le da un uso ligero puede aguantar tres horas, quizás 3 h 30 min con suerte, pero jugando se va a agotar en dos horas o menos.

Temperaturas y ruido

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Desde hace unos años, para ahorrar, muchos modelos de portátiles se venden sin Windows preinstalado. Eso implica que hay que hacer un esfuerzo por ir a la página del fabricante para ver qué programas ofrece para la serie de portátiles que se compra e instalarlo. Se trata de algo muy importante porque esos programas aportan perfiles de rendimiento para los ventiladores y otros cambios que pueden ser importantes para el perfecto rendimiento del equipo.

Digo esto porque en el caso de este Aorus 7 KB venía sin sistema operativo y por tanto el perfil por defecto de los ventiladores es claramente ruidoso. A nada que se haga se ponen al máximo. Una vez se accede a la página del Aorus 7 y se descarga Centro de Control la cosa cambia bastante —y además permite personalizar la iluminación RGB del teclado, aunque es de un solo color para todas las teclas—. Aun así, el problema con el ruido de los ventiladores puede terminar resultando molesto.

El ventilador de la GPU tiene parada cuando no se le necesita, pero el de la CPU está funcionando continuamente, y hace ruidos extraños. Siempre funciona a al menos 2000 RPM, incluso con el procesador a 45 ºC, y cuando está entre las 2000 y 2400 RPM hace un ruido algo grave como cuando un ventilador va a arrancar pero no lo termina de hacer. Eso desaparece al llegar a las 2400 RPM, pero en ese momento se empieza a escuchar bastante más el movimiento de aire del ventilador, que en realidad es un sonido bastante más agradable. Si se deja en el perfil silencioso, en lugar de intentar tocar las curvas de velocidad-temperatura, el problema se soluciona parcialmente.

A esas 2000 RPM el ruido medido a unos 50 cm de la pantalla, una distancia normal de uso, se sitúa por debajo de los 30 dB, y se nota que el ventilador está funcionando si la habitación está en silencioso como por ejemplo por las noches. A velocidad máxima de ambos ventiladores, que son 4500 RPM para el de la GPU y 4800 RPM para el de la CPU, se va a los 50 dBA, lo cual es insoportable. Esa velocidad se consigue en el preajuste rendimiento, por lo que recomiendo usar el silencioso o entretenimiento salvo que se usen cascos.

Conclusión

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Gigabyte ha renovado el Aorus 7 con los procesadores de 10.ª generación de Intel y ha aprovechado para optimizar varios aspectos del equipo. En general es un modelo de alto rendimiento con todo lo que ello conlleva de ruido, lo cual no es un demérito de este modelo concreto sino de todos los portátiles para jugar de alto rendimiento en general. La mejora en el sistema de refrigeración es positiva, pero más lo sería si el Core i7-10750H no aumentara aún más el consumo de unos procesadores a 14 nm de Intel que están ya desfasados, aunque siguen siendo la única opción real por la dejadez de AMD en el sector de los portátiles.

La potencia gráfica es excelente, pero la limitación térmica que impone la refrigeración del Aorus 7 hará que no se aproveche al máximo la potencia de la tarjeta gráfica. Combinada esa potencia con una pantalla de 144 Hz, el resultado es un juego muy fluido y una experiencia excelente. No es una tarjeta gráfica como para jugar a FHD y calidad ultra porque en juegos de primera línea no se superarán los 80 o 90 f/s como mucho, sino que, como siempre, para aprovechar los 144 Hz es mejor bajar un poco la calidad gráfica. No se notará un gran cambio de calidad, pero sí de fluidez, y si tienes una pantalla de 144 Hz es para aprovecharla. Cuando usas una y te acostumbras a ella es difícil volver a una de 60 Hz.

Las opciones de puertos y conectividad del equipo están bien, aunque echo mucho en falta un Thunderbolt 3. Soy un gran fan de este conector que se volverá generalista en cuando recale USB 4.0 en el mercado, ya que esta versión del estándar USB está basada en Thunderbolt 3. Aun así, la toma USB 3.1 tipo C del equipo tiene salida de vídeo DisplayPort además de datos a 10 Gb/s, por lo que al menos Gigabyte sí da algo fundamental para los que usamos un monitor con USB tipo C y un concentrador de puertos USB. La falta de un Thunderbolt 3 no es un gran pero para la inmensa mayoría de usuarios, pero no habría estado mal que lo incluyera.

La autonomía del equipo es muy estándar para el tipo de equipo que es, por lo que es un punto gris en los portátiles para jugar, y se trata de un Aorus 7 que consume unos 150 W. Eso genera bastante calor, lo cual me lleva a un punto malo del equipo como es el ruido. Ya he explicado que en plena carga hace mucho ruido, pero moderando el consumo con los perfiles del Centro de Control se puede meter en niveles moderados, pero en juegos rendirá más sobre los 60-70 f/s.

Es bastante habitual que los usuarios limiten intencionadamente la potencia de sus equipos cuando no pueden jugar con cascos, y la mejor forma de hacerlo aquí sería limitar a 60 Hz el refresco de pantalla y activar la sincronización vertical. Lo cual otra vez me lleva a un pero como es la no inclusión de G-SYNC; no es un problema a 144 Hz, pero los que quieran jugar a 60 Hz lo hubieran agradecido. Ya no es normal ver portátiles con G-SYNC por el sobrecoste que supone, pero me gustaría que empezaran a llegar los compatibles con G-SYNC que implementan Adaptive Sync.

Dejando los temas malos del equipo, que en realidad no son ni muchos ni fuera de lo común, el Aorus 7 KB es un equipo excelente. Tiene un buen diseño, mucha potencia gráfica, una estupenda pantalla casi sin marcos que puede valer para diseño gráfico —al menos yo la usaría, y hago también diseño web y maquetación—, y una gran capacidad de expansión. En general es un modelo con más luces que sombras que, al precio adecuado, siempre resultará muy interesante.

Puntuación

8.0

sobre 10

Lo mejor

  • La pantalla es muy buena, con gran calidad de color.
  • La combinación de componentes le da un gran rendimiento al equipo.
  • Teclado y panel táctil buenos.
  • Buena capacidad de expansión de almacenamiento.

Lo peor

  • El ventilador de la CPU hace un ligero ruido incluso con el equipo casi sin carga.
  • Es difícil aprovechar el panel de 144 Hz salvo en juegos que carguen poco el procesador.
  • Sigue sin haber casi juegos que usen DLSS y trazado de rayos.