Nvidia ha presentado unas tarjetas gráficas extremadamente potentes en forma de las GeForce RTX 30, y hay ciertas preguntas sobre si es mejor esperar a los Ryzen 4000 de sobremesa o no para montar un equipo nuevo para ellas. Si hay que creer a AMD que asegura que llegarán antes de final de año, entonces aconsejaría esperar salvo que se tenga mucha prisa, porque además no estaría de más ver qué va a presentar la compañía como tarjetas gráficas con arquitectura RDNA 2 que podrían ser presentadas en unas pocas semanas.

Además de ser procesadores con núcleos de arquitectura Zen 3, podría haber una novedad importante en forma de la cantidad de núcleos que podrían incluir los distintos modelos. La principal novedad sería un modelo con diez núcleos físicos, que se situaría entre lo que ahora es el Ryzen 7 3700X y el Ryzen 9 3900X. AMD tiene margen para olvidarse de un «4800X» y reconvertirlo en algo más interesante como un modelo de diez núcleos.

La principal novedad de los Ryzen 4000 de sobremesa denominados Vermeer, sin unidad gráfica, es que tendrían una configuración distinta de caché que beneficiaría ciertos tipos de cálculos. En lugar de tener una caché de nivel 3 de 16 MB por cada complejo de núcleos (CCX) de cuatro núcleos, habría un CCX con ocho núcleos y 32 MB de caché N3. A la postre este cambio permitiría que AMD jugara bastante más con los chíplets.

Ahora mismo no puede, o no debe, crear un procesador de 4 núcleos combinando un chíplet en el que un CCX tenga un núcleo activo y el otro tres por un tema de reparto de carga o efectividad de la caché, entre otros. Con la nueva disposición de caché y unificación de CCX no habría problemas de caché o carga, y solo podría permanecer el de temperatura —si quieres un chíplet de ocho núcleos, es mejor cogerlos separados y no que estén todos en un lado del chip para evitar puntos calientes innecesarios—.

No sabría decir qué mejora de rendimiento podrían suponer estos procesadores ya que el proceso litográfico sería el mismo de 7 nm o, con suerte, una versión ligeramente mejorada; en el mejor de los casos, el de 6 nm que es compatible en diseño con el de 7 nm. Una suposición razonable sería hablar de un 15-20 % más de potencia total por chip teniendo en cuenta cambios de litografía, frecuencias y arquitectura. Más allá de eso lo consideraría una verdadera sorpresa, pero estamos en un año de sorpresas. Buenas y malas.

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Vía: TechPowerUp.