Dell tiene un extenso catálogo de equipos, y entre ellos destacan poderosamente sus portátiles. Quizás no todos los modelos, pero si la mayoría, y especialmente los más recientes. El modelo XPS 13 es de los equipos más pequeños del mercado, y en su última remodelación (XPS 13 9300) la compañía actualizó algunos componentes e hizo un buen portátil aún mejor. Este equipo ofrece sobre todo portabilidad con un buen rendimiento gracias a un procesador Ice Lake de Intel.

Los cambios más visibles de esta versión se centran sobre todo en la pantalla, con un nuevo formato 16:10 que es más interesante para trabajar. Dell también se ha ocupado de perfección el diseño externo, manteniendo una excelente fabricación en aluminio junto con fibra de carbono, haciéndolo un equipo compacto y ligero. Probablemente sea el mejor ultraportátil del mercado, como comprobaréis a lo largo del análisis.

Diseño y componentes

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Dell ha hecho un buen rediseño del XPS 13, cambiando la parte más visible como es la de la pantalla, reduciendo los marcos al mínimo. El equipo está compuesto de una carcasa de aluminio, mientras que la parte donde reposa el teclado está hecho de fibra de carbono. La textura de ambos es muy buena, y da una sensación de rigidez al equipo. No se abomba al estar continuamente tecleando. El equipo mide apenas 295.7 mm × 198.7 mm × 14.8 mm y pesa 1.27 kg, que es bastante poco y un ultraportátil por derecho propio.

La pantalla del equipo es de 34 cm (13.4 pulgadas), siendo de tipo IPS. Tiene una gran resolución de 3840 × 2400 píxeles, que probablemente no sería la que eligiera para mi uso personal porque prefiero una mayor autonomía, y estas altas resoluciones están reñidas con ello. La pantalla es capaz de reproducir imágenes de alto rango dinámico, y cubre un 90 % de la escala de color DCI-P3. Es una pantalla táctil, aunque personalmente en un equipo que no es un convertible me parece una característica que no aporta mucho al usuario. Dell ha incorporado una cámara web en el marco superior. El acabado de la pantalla es en brillo, aunque incluye una buena capa antirreflejos.

XPS 13 9300 de Dell
ProcesadorIntel Core i7-1065G7 de Intel
GráficaIris Plus G7 (integrada)
Memoria16 GB LPDDR4X-3733
Pantalla34 cm (13.4 pulgadas), panel IPS, 3840 × 2400 píxeles (166 PPP), 500 nits de brillo máximo, 60 Hz, 90 % DCI-P3
Almacenamiento1 TB de SSD tipo PCIe 3.0 ×4
Puertos2× Thunderbolt 3, 1× audio 3.5 mm
Conectividadwifi 802.11 ax, Bluetooth 5.0
Batería52 Wh, cargador de 45 W
Dimensiones295.7 mm × 198.7 mm × 14.8 mm
Peso1.27 kg
Extrascámara web, lector tarjetas micro-SD
PVPR1999 dólares (modelo analizado)

El procesador incluido es un Core i7-1065G7 con una Iris Plus G7 integrada, y cuenta con 16 GB de LPDDR4X a 3733 MHz y 1 TB de almacenamiento de estado sólido. El procesador es un Ice Lake fabricado a 10 nm, con una mejorada arquitectura de núcleo y una gráfica integrada semidecente. No me voy a parar mucho a hablar de él ya que lo haré más en el siguiente apartado.

A pesar del poco peso y tamaño, Dell ha incluido una batería de 52 Wh en el ultraportátil, lo cual son buenas noticias para la autonomía. Me parece que este apartado es muy importante para un ultraportátil, aunque siempre que se utilice mucho lejos de un enchufe. Eso dependerá enormemente del usuario, pero es un punto a tener en cuenta a la hora de comprar uno de estos equipos. El cargador que se proporciona es de 45 W, con un cable para conectar a cualquiera de los puertos USB tipo C del equipo. Es la alimentación que se espera en un equipo de este estilo, ya que elimina la necesidad de poner un conector de carga distinto.

Los puertos quedan limitados a dos Thunderbolt 3 y un conector de audio de 3.5 mm de cuatro polos; incluye también wifi 802.11ax y Bluetooth 5.0, así como un lector de tarjetas micro-SD. Los que no estén acostumbrados al puerto Thunderbolt 3 puede que pierdan de vista sus virtudes o que consideren que necesitar un multiadaptador para sacarle partido es una molestia, pero es precisamente todo lo contrario. Thunderbolt 3 es un puerto que admite carga, datos y vídeo, y por tanto el usuario decide qué adaptador usar: uno con HDMI y varios USB tipo A, uno con un DisplayPort, algunos USB tipo A y tipo C, etc.

Siendo usuario de un MacBook Pro con puertos Thunderbolt 3 desde hace años, al final no uso ya más que periféricos con USB tipo C, y en casa tengo un monitor U2720Q de Dell, que me proporciona tres USB tipo A, un USB tipo C, varios de vídeo y 94 W de carga, y todo accesible a través de un único Thunderbolt 3. La versatilidad es lo que no hay que perder de vista de este conector. Es de agradecer que Dell incluya un adaptador USB tipo A a USB tipo C con este equipo.

El teclado incluido da una agradable sensación de tecleo con sus interruptores de tijera, y una vez te acostumbras tiene una baja tasa de fallo de tecleo. Ciertamente me ha gustado mucho, y teniendo en cuenta que me paso horas y horas tirando líneas de código cada día lo agradezco mucho. El teclado incluye en la esquina superior derecha un botón de arranque que dobla función como lector de huellas dactilares. El teclado está retroiluminado en color blanco, ajuste en brillo desde el teclado como es habitual. El panel táctil incluido es también de muy alta calidad, preciso y realmente comparable al de equipos de primera línea en este terreno como son los MacBook. Quizás se quede ligeramente por detrás en la sensación de uso, pero es aun así muy buena y de lo mejor que he probado en un portátil en los últimos tiempos.

Dell XPS 13 9300: rendimiento

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Los procesadores para los ultraportátiles son de bajo consumo y por tanto tienen una menor generación de calor, representado por su potencia de diseño térmico (TDP). En el caso del Core i7-1065G7, esa TDP es de 15 W. Es un procesador de ocho núcleos físicos con multihilo —4 núcs./8 hilos, o 4N/8H para abreviar—, funcionando entre los 1.3 GHz y los 3.9 GHz. Esa TDP se hará notar a la hora de mantener el rendimiento en el tiempo, y por tanto en aplicaciones intensivas como Cinebench R20 no va a ser comparable a otros procesadores de mayor TDP. Tampoco debe serlo, porque en los ultraportátiles lo que prima es fluidez en el día a día, y ser decentes en tareas más intensas de CPU.

En general, es un procesador con más potencia que los que se venían usando hasta ahora en los ultraportátiles, como el Core i7-8565U, pero más lento que los que también son de 4N/8H con una TDP de 35 W como el Core i5-9300H, pero tampoco es mucho más lento.

Cinebench R20
Core i9-9880HK
3154
455
Ryzen 5 4600U
2544
447
Core i7-10710U
2410
460
Core i5-9300H
1758
425
Core i7-1065G7
1537
442
Ryzen 5 3500U
1507
322
Core i7-8565U
1166
354
Multihilo Monohilo

En cuanto a la unidad gráfica integrada en el procesador, es una Iris Plus G7, que es de una arquitectura optimizada respecto a la usada previamente, y con mayor potencia en general. Dispone de 64 unidades de ejecución, que a ocho sombreadores por unidad arroja un total de 512 sombreadores. Es una unidad gráfica de baja potencia, pero aun así llega a unos teóricos 1.13 TFLOPS, que es como una tarjeta gráfica dedicada GT 1030 de Nvidia. Sin embargo, eso es lo teórico y en la práctica tiene bastante menos rendimiento. Puede mover juegos de deportes electrónicos a HD y 60 f/s sin problemas, como Overwatch o Heroes of the Storm, y en Fortnite puede llegar a FHD. El mayor problema que tiene es que muchas veces puede fluctuar mucho la tasa de fotogramas.

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Lo interesante de este equipo, y cualquier otro de baja potencia gráfica que tenga un Thunderbolt 3, es que se pueden usar tarjetas gráficas externas. En mi caso, soy un habitual de ellas ya que uso un MacBook Pro y tiene estos puertos, y generalmente juego con una RX Vega 64, pero en este caso he decidido cambiar a una RTX 2060 ya que tengo pruebas de rendimiento recientes con un Core i9-10900K para poder compararlas. La caja externa usada es una ROG XG Station 2 de ASUS, que proporciona además 100 W de alimentación al equipo conectado, por lo que cubre las necesidades energéticas del XPS 13 9300 más que de sobra.

La implementación de Dell en este equipo es de PCIe 3.0 ×4 de 32 Gb/s, la máxima para Thunderbolt 3 y su conexión de 40 Gb/s, lo cual puede limitar un poco a la tarjeta gráfica, pero en realidad lo que va a limitar bastante más es si tiene que hacer el juego un uso intensivo o no de la memoria porque comparten ancho de banda. Si hace un uso intensivo, el ancho de banda del cable Thunderbolt 3 es insuficiente y limitará por tanto la tasa de fotogramas máxima. La siguiente comparativa es de Shadow of the Tomb Raider, que es ligeramente exigente en cuanto al procesador, aunque hay juegos peores que este en ese apartado.

Shadow of the Tomb Raider, RTX 2060, DX12, QHD
Core i9-10900K
DDR4-3733
77.2
Core i5-1065G7
LPDDR4X-3733
62.2
Percentil 99 Media

En este caso la tarjeta gráfica externa queda limitada prácticamente a 62 f/s el juego —está probado en un monitor externo a través de DisplayPort desde la gráfica externa, que es lo que más sentido tiene para jugar—. Siendo a QHD y calidad máxima, puede ser en parte por la menor potencia mononúcleo del procesador, aunque también introduce una mayor variabilidad de fotogramas por segundo. Donde en el 10900K tiene un percentil 99 de 58.5 f/s, en el Core i7-1065G7 tiene un percentil 99 de 36.1 f/s. En una resolución menor puede que no se consigan muchos más fotogramas por segundo, como por ejemplo FHD, por el problema del ancho de banda de Thunderbolt 3.

Pero a su vez, a una resolución mayor no tendrá problemas en exprimir al máximo la tarjeta gráfica, siempre que no se vaya mucho de los 60 f/s. En otros muchos juegos se puede conseguir > 100 f/s, pero depende mucho del juego. Pero la conclusión es que es un ultraportátil que va a manejar bien las tarjetas gráficas externas, aunque es recomendable no gastarse mucho en la caja y tampoco en la tarjeta gráfica si se va a jugar a FHD.

Por último, en lo referente a la unidad de estado sólido (SSD) incluida en este ultraportátil XPS 13 9300, es de muy buena calidad. Tiene una interfaz PCIe 3.0 ×4, alcanzando los 3370/3089 MB/s de lectura/escritura secuencial y los 416/354 MB/s de lectura/escritura de archivos pequeños de tamaño 4 KB.

Pantalla

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La principal novedad de este XPS 13 9300 es su pantalla, y quizás sea la mejor de todas. Con el nuevo formato 16:10 hay algo más de espacio para que entre información, y es un formato que me gusta más porque da la sensación de que el contenido está menos compactado. En las que son 16:9 siempre me ha dado la sensación de que es un formato estrecho, aunque en portátiles estoy acostumbrado a la 16:10 desde hace muchos años al ser usuario de un MacBook Pro.

Precisamente en la comparación con la pantalla de los Mac suelen salir perjudicados muchos portátiles, pero la pantalla de 34 cm de diagonal (13.4 pulgadas) de este XPS 13 9300 es donde deja claro lo atrás que se está quedando Apple. En este caso he podido compararlo con una pantalla de un MacBook Pro 16, el equipo que uso a diario, y no tiene nada que envidiarle la del XPS 13. De entrada no se aprecian fugas de luz y tiene una buena uniformidad del panel con la pantalla en negro.

En varios aspectos es superior al producto de Apple. Lo primero, la resolución de 3840 × 2400 píxeles, que da una mayor nitidez. Lo segundo, por interpretar imágenes de alto rango dinámico, con certificado DisplayHDR 400. Me voy a centrar en este último apartado en unos instantes, tras hablar sobre que la pantalla es táctil. Este punto me resulta totalmente indiferente en un portátil porque no me gusta llenar de dedos la pantalla y resulta muy incómodo estar cambiando entre el teclado y tocar la pantalla. Termina cansando y es poco práctico. Está bien que esté la opción de que la pantalla sea táctil, pero la utilidad final real trabajando con el equipo es muy baja. El añadido no molesta, pero tampoco sirve de mucho.

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Volviendo al HDR, la implementación de este panel hecha por Dell es excelente, y no da ningún problema con Windows 10. El sistema operativo ha avanzado mucho y en el modo por defecto de uso en sRGB la reproducción es excelente. Detecta bien cuándo hay que hacer el cambio al activar un vídeo 4K HDR en YouTube, y la reproducción de color sRGB es buena en el uso de aplicaciones. Lo he probado junto a la pantalla del MacBook Pro 16 y de un monitor U2720Q de Dell, que es el que uso a diario, y en todos la sensación visual de la escala de color es muy, muy similar.

No se notan diferencias de color realmente evidentes al ver por ejemplo esta página web en cualquier de las tres pantallas, y por tanto en el día a día el mantener el HDR activado todo el tiempo no debería ser un problema. Aunque, eso sí, los que tengan un ojo de águila sí que podrían notar que el MacBook pro tiene un color ligeramente más vivo. Pero teniendo en cuenta que el XPS 13 9300 es un ultraportátil de pantalla pequeña, un equipo más orientado a un profesional que prime la portabilidad y poco peso sobre la mejor calidad de pantalla posible, es una pantalla excelente.

El sistema operativo y el portátil detectan bien el tipo de contenido en el momento. También hay que tener en cuenta que la pantalla no tiene atenuación local, por lo que al final es un HDR descafeinado, potenciando el brillo cuando la escena es muy brillante y expandiendo la escala de color para hacer los colores más vivos cuando se necesite. El resultado final es bastante bueno, y más que en el U2720Q que le cuesta un poco más a Windows usar el HDR correctamente.

El último punto de la pantalla del que quiero hablar es el de los reflejos. En este sentido las pantallas de los MacBook Pro de los últimos años han sido superiores al disponer de filtros especiales de Apple que reducen mucho los reflejos. Dell no se ha quedado atrás y esta pantalla, al menos en el modelo 4K reduce tanto los reflejos como la pantalla del MacBook Pro 16. La pantalla incluida en este XPS 13 9300 es de primer nivel, pequeña pero enorme.

Temperaturas, ruido y autonomía

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El sistema de refrigeración del portátil está centrado en dos pequeños ventiladores y un sistema de caloductos desde la parte central del equipo donde se sitúa el procesador. El ruido que hacen estos ventiladores cuando están al máximo no es nada molesto, pero se nota que mueven bastante aire. A una distancia de uso normal de unos 60 cm el nivel de ruido se sitúa sobre los 39-40 dB, que es un ruido alto pero razonable.

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Tras un uso prolongado del equipo, por ejemplo jugando, las temperaturas en la zona del teclado alcanzan los 50 ºC en la zona central donde está por debajo el procesador, pero jugando no es un problema. La zona WASD se sitúa sobre los 39-40 ºC, que es una temperatura soportable, aunque más en invierno que en mitad del verano. La zona superior izquierda se sitúa sobre los 46 ºC, y la superior derecha sobre los 44 ºC. La parte inferior del equipo alcanza temperaturas en torno a los 44-49 ºC en torno a la parte superior y sobre todo en torno al procesador, mientras que el resto del equipo se mantiene a una temperatura sobre los 36 ºC. El calor no hace que el teclado no se pueda usar en ningún momento, pero puede hacer que sea algo incómodo dependiendo del momento.

En lo referente a la batería de 52 Wh, si se está exclusivamente navegando por internet o viendo vídeos tirando de wifi, se le puede sacar una autonomía de nueve a doce horas sin demasiados problemas. Aunque no tengo una versión con la pantalla FHD en vez de la 4K para comparar, si se opta por este equipo con la FHD se debería poder obtener al menos una hora más de autonomía, que lo podría hacer más interesante a algunos compradores. Aun así, la calidad de la pantalla 4K junto con el hecho de ser táctil puede atraer a otro grupo de usuarios que busquen calidad de pantalla y no miren tanto la autonomía. Una autonomía que, incluso con esa pantalla 4K, es bastante buena para un ultraportátil. La recarga completa de esta batería lleva unas tres horas.

Conclusión

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Dell es uno de los cinco mayores fabricantes de portátiles, y en ese afán por proporcionar variedad a su catálogo suele llegar a diseños como los de este XPS 13. El equipo es un ultraportátil por derecho propio, con un gran diseño con una pantalla de bordes mínimos y colores vivos compatible con HDR, y un buen procesador para un equipo de estas características, con opción de usar una tarjeta gráfica externa.

La mayor pega para algunos será que solo incluye dos conectores Thunderbolt 3, pero no se podría tener un ultraportátil de estas características, grosor y peso si hubiera que empezar a añadirle multitud de conectores. Todo se soluciona llevando un multiadaptador a otros conectores, como por ejemplo uno que tenga HDMI, un par de USB tipo A y un USB tipo C para carga, datos y vídeo. Quizás sea una molestia llevarlo siempre encima, pero también lo es llevar el cargador de un portátil y la mayoría de usuarios lo llevan. Tras unos cuantos años usando los MacBook Pro solo con Thunderbolt 3 al final no es tan inconveniente como parece, porque en 2020 el USB tipo C es algo normal, y no lo era en 2016.

Como he comentado, el conjunto de características es bueno, pero la portabilidad llega a un alto coste, porque este ultraportátil no es barato. El precio por el modelo base se sitúa sobre los 1329 euros —con 8 GB de RAM, un Core i5-1035G1, 512 GB de SSD y pantalla FHD+—, pero aquellos que busquen portabilidad y versatilidad no van a encontrar cosas mejores en el mercado. Es el precio habitual de los ultraportátiles como este. En estos equipos siempre destaco la necesidad de que incluyan Thunderbolt 3 para aquellos que les guste jugar o necesiten tener acceso a una mejor tarjeta gráfica para trabajo profesional. Como he mostrado, si se le conecta una RTX 2060 se podrá jugar a 60 f/s, o bastante más según el juego. Por tanto, es un ultraportátil excelente.

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