El terreno de los ratones para jugar con conectividad inalámbrica es bastante tortuoso debido a los problemas históricos que ha habido en este tipo de conexiones. La pérdida de señal por interferencias, que puede ocurrir fácilmente en una zona concurrida, es fatal para un jugón en medio de una partida. En ratones que funcionen con un adaptador USB propietario es algo más raro, pero en Bluetooth es bastante más común. Por eso el Basilisk X Hyperspeed de Razer es una apuesta arriesgada a la vez que un rara avis en este sector.

Desembalado y características

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Razer ha renovado en los últimos tiempos su línea de ratones con varios modelos que son exteriormente el mismo, el Basilisk Essential, al que le va cambiando el sensor o características adicionales para crear una gama amplia que apele a distintos tipos de usuarios. Lo que aporta el Basilisk X Hyperspeed del presente análisis es conectividad netamente inalámbrica, sin capacidad de conectarlo al equipo por cable y sin batería interna para reducir su coste, que se sitúa en un PVPR de 70 euros. De entrada, nada mal.

La presentación del ratón es la habitual en la compañía, en caja negro y verde, limitada al tamaño del ratón. Lo primero que llamará la atención de este es que se incluye una pila AA en su interior, que debería darle una autonomía según la compañía de 450 horas de uso con Bluetooth. Junto al ratón, debidamente embalado, se encuentra un manual de instrucciones, dos pegatinas con el logo de Razer, y una nota de agradecimiento por la compra del producto.

Basilisk X Hyperspeed de Razer
Dimensiones130 mm × 60 mm × 42 mm
Peso83 gramos
ConexiónBluetooth y adaptador USB en 2.4 GHz
BateríaUna pila AA (incluida)
Sensor5G de Razer
Sensibilidad16 000 PPP (píxeles por pulgada)
Velocidad450 PPS (pulgadas por segundo)
Aceleración40 G
Muestreo1000 Hz
Botonesdos principales, clic rueda, un botón en la parte superior, dos extras en el lateral izquierda
ExtrasSin extras
Manopara diestros
PVPR69.99 euros
PVP59.99 euros (mayo 2020)

Si se mira la parte inferior del ratón se puede ver el sensor 5G de Razer, pero también un interruptor para cambiar entre un funcionamiento Bluetooth y uno con el adaptador USB en la banda de 2.4 GHz que se incluye —dicho así suena un poco raro, porque Bluetooth también trabaja en los 2.4 GHz, pero bueno, se entiende la diferencia—. Este adaptador se guarda en el interior del ratón, y se accede a él quitando una tapa con fijación magnética en la parte superior del ratón. En ese compartimento también se pone la pila AA para alimentarlo.

El diseño exterior es interesante, de buena ergonomía para un agarre con la palma, y dispone de una zona de reposadedo en el lateral izquierdo, lo que lo convierte en un ratón para diestros. Por el tamaño que tiene y siendo más bien de perfil bajo, o quizás por ese reposadedo, me he sentido más cómodo usándolo con un agarre tipo garra. En los laterales hay zonas de goma texturizada para mejorar el agarre.

El ratón tiene un tamaño de 130 mm × 60 mm × 42 mm y pesa 83 g, dando la sensación de ser bastante ligero... hasta que pones la pila AA. Esto añade unos 15 g, por lo que el peso del ratón se sitúa más sobre los 100 g, una cantidad bastante estándar en este tipo de ratones.

El sensor incluido es un 5G diseñado por Razer, uno de alto rendimiento de una sensibilidad de 16 000 PPP, velocidad de 450 PPS y aceleración de 40 G. Son características muy altas para un sensor, y más de lo que necesitan la inmensa mayoría de jugones, pero a su vez lo convierte en un ratón muy preciso. No he tenido problemas de tirones, desconexiones u otros durante el uso del ratón para este análisis, ya estuviera jugando o trabajando.

Software de configuración

El programa de configuración se centra en el Synapse 3.0, la herramienta básica de Razer para sus periféricos, y ya se conecte por Bluetooth o el adaptador USB, el ratón es reconocido de inmediato. Se debe tener la última versión de Synapse 3.0, pero eso lo recordará la propia aplicación al arrancarla con sus actualizaciones automática.

La configuración del ratón es escasa, pero la justa y necesaria. No tiene iluminación RGB, por lo que el Chroma Studio no sirve para este caso. El ratón no tiene memoria interna, por lo que los distintos perfiles de configuración que se creen se guardarán en la cuenta de Razer o localmente. Más allá de asignación de teclas especiales a los botones, ajuste de sensibilidad o calibración de alfombrilla/superficie, el programa permite ajustar el modo de espera para ahorrar energía, definiendo los minutos que deben pasar para entrar en él —que básicamente desconectan al ratón del equipo, y por tanto al moverlo o clicar debe volver a establecer y puede tardar unos segundos—.

Un perfecto ratón Bluetooth para jugar

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Razer ha tenido la buena idea de crear un ratón inalámbrico sin extras reseñables, y eso es un beneficio para el jugón medio. Al quitarle la iluminación RGB o la conexión por cable, el Basilisk X Hyperspeed es un ratón bastante más económico de lo que se podría esperar y que se puede adquirir ahora mismo incluso por 60 euros. Por contra, otros ratones de Razer en la parte alta con Bluetooth o con adaptador USB en 2.4 GHz pueden superar ampliamente los cien euros.

El diseño del Basilisk sigue siendo uno que me gusta, me resulta ergonómico aunque me cambie un poco la forma de cogerlo; se adapta bien a mi mano. Es un ratón cuyo sensor, un 5G en lugar de un más caro Focus+, es más que suficiente para la mayoría de usuarios. Este ratón tiene también la ventaja de ser transportable, aunque no le habría venido mal una bolsita de transporte —aunque hubiera encarecido el producto, y claramente Razer quería algo lo más barato posible—.

Como ya he probado varios de estos ratones Basilisk, solo puedo decir que está en la misma línea que el resto y que no defraudará en el uso. Obviamente siempre hay cierta parte de subjetividad en un análisis de un ratón, sobre todo en el apartado de la ergonomía y cómo coja una u otra persona el ratón, pero creo que a la mayoría le resultará un ratón cómodo. Por prestaciones es un ratón de alto rendimiento, y la conectividad inalámbrica, en cualquiera de sus dos formas, funciona perfectamente y sin cortes.

Puntuación

9.0

sobre 10