Gigabyte ha anunciado sus seis primeras placas base con chipset B550 de AMD, y se desglosan en cuatro ATX, una micro-ATX y una mini-ITX. Todas permiten utilizar memoria DDR4 de 4000 a 5000 MHz según el modelo —activando XMP, más la subida adicional que permitan obtener— y, salvo una, todas tienen pinta de bastante caras. La más económica será la B550M-DS3H, que es un modelo más bien básico en todos los aspectos.

Todas incluyen al menos dos ranuras M.2 para unidades SSD en este formato (al menos una para PCIe 4.0 ×4), hay varios modelos con wifi y Bluetooth, y disponen de una ranura PCIe 4.0 ×16 para una tarjeta gráfica. Todas tienen alguna salida de vídeo, sobre todo al menos un HDMI, lo cual era atípico hace tiempo; probablemente sea por la próxima llegada de las APU de tipo Ryzen 4000 que van a alcanzar configuraciones de hasta ocho núcleos físicos, frente al Ryzen 5 3400G que es más bien un procesador de gama media.