MSI ha anunciado cuatro placas base con el chipset B550 anunciado recientemente por AMD. La característica principal de estas placas base es que están preparadas para que la tarjeta gráfica funcione con PCIe 4.0 y también que una unidad de almacenamiento M.2 funcione con este estándar.

Tres de ellas tienen un formato ATX y una es micro-ATX. La más avanzada es la Gaming Carbon Wifi, que como su nombre indica dispone de conexión wifi, siendo de tipo 802.11ax y también tiene Bluetooth. Tienen cuatro bancos de memoria para DDR4 hasta a 4400/4866 MHz según el modelo —más subidas adicionales dependiendo de otros factores—, dos ranuras PCIe ×16 (una 4.0 y otra 3.0 funcionando a ×4 como máximo) y dos o tres PCIe 3.0 ×1.

La conectividad trasera incluye dos o cuatro USB 2.0, dos USB 3.0, un USB 3.1, un USB 3.1 tipo C, audio óptico en algunas de ellas, un HDMI, un DisplayPort, un PS/2, una o dos tomas Ethernet (de 1 Gb/s o 2.5 Gb/s), y cinco conectores de audio de 3.5 mm. Tres de ellas tienen chip de audio ALC1200 y la otra ALC892.

En general lo que se puede decir de ellas es que no son placas base que vayan a ser económicas, y más bien situadas en los 100 o más euros de coste. La Gaming Carbon Wifi probablemente sean 200 euros.