AMD ha cambiado en las tarjetas gráficas de consumo a la arquitectura RDNA optimizada para juegos pero eso ha hecho que la arquitectura Vega sea la mejor que tiene en el sector profesional y de cómputo. Por alguna razón que se escapa a mi comprensión, AMD ha visto adecuado anunciar la Radeon Pro VII con unidad gráfica de arquitectura Vega para el sector profesional por un precio de 1899 dólares.

Esta tarjeta gráfica incluye sesenta unidades de cómputo para un total de 3840 sombreadores, y tiene una potencia de cómputo de hasta 13.1 TFLOPS. No es nada destacable ahora mismo porque hasta la RTX 2080 Ti de consumo tiene 13.5 TFLOPS, pero en este caso tiene acceso a los controladores profesionales que optimizan el rendimiento de la tarjeta gráfica en herramientas profesionales y da acceso al programa ProRender.

Cuenta con 16 GB de HBM2 lo que le da a la tarjeta un ancho de banda de memoria de 1 TB/s gracias al bus de 4096 bits y a su frecuencia de funcionamiento de 2 GHz. Incluye seis conectores mini-DisplayPort. El consumo de esta tarjeta gráfica se sitúa sobre los 250 W, y precisa de un conector de alimentación de seis pines y otro de ocho pines.

AMD la compara con la Quadro RTX 5000 de Nvidia, de precio similar. En algunas cargas de trabajo promete una ganancia de rendimiento de hasta el 100 % en situaciones muy concretas. Esto dependerá del programa a usar, porque por ejemplo en After Effects no da un mejor rendimiento, y en DaVinci Resolve promete una mejora normal de menos del 5 % y en algún apartado específico de edición a 8K de hasta un 25 % más de potencia.

El diseño de este modelo es tipo turbina, por lo que una de tres: va a tener problemas de limitación térmica; va a hacer un ruido letal; o los dos problemas anteriores a la vez.