AMD se lo está poniendo cada vez más difícil a Intel en el sector de los procesadores, y buena muestra de ello ha sido el anuncio de los EPYC de 2.ª generación. Tienen una potencia-precio endiabladamente buena, dejando lo que tiene ahora mismo Intel en el mercado a la altura del betún. Eso no va a cambiar en los próximos dos años, ya que AMD sigue con su itinerario como tenía previsto.

La compañía ya ha terminado el diseño de la microarquitectura Zen 3 y por tanto a partir de ahora tienen que implementarlo en diseños específicos de procesadores que llegarán en 2020. Es una arquitectura desarrollada para el proceso 7 nm+ de TSMC, por lo que no hay ninguna novedad en este terreno.

Se beneficiará de las mejoras de rendimiento y consumo relacionadas con el proceso litográfico que pasa a usar luz ultravioleta extrema para la creación de más capas no críticas de las obleas, reduciendo sobre todo tiempos de producción. Por lo demás, es de esperar que sea una mejora como la de Zen a Zen+, con poca mejora de las instrucciones por ciclo (IPC) y más mejora por unas mayores frecuencias de funcionamiento.

Es posible que por lo que se llame Zen 3 y no Zen 2+ sea por la implementación de DDR5, que llegará el próximo año a los PC domésticos, y por tanto sería un cambio más que importante.

La arquitectura Zen 4 lleva un tiempo en desarrollo, pero AMD la ha mencionado ya expresamente en una de sus presentaciones recordando que está siendo diseñada y de esta esperaría un mayor salto de las IPC. Los procesadores que la usen estarán listos en 2021, y no se sabe por ahora qué proceso litográfico utilizará.

Quizás AMD utilice el próximo año el proceso de 6 nm de TSMC que es una simple mejora del de 7 nm y más cercana al de 7 nm+, y eso llevaría a usar una de 5 nm para los procesadores de 2021, que es lo que veo más probable. Intel quiere sacar sus 7 nm para ese mismo año, ahora que finalmente están llegando los procesadores de 10 nm.

Vía: TechPowerUp.