Uno de los éxitos-fracasos de Apple de los últimos años ha sido el Watch. Ha sido un éxito porque Apple acapara la mayor parte de las ventas de relojes inteligentes, pero ha sido un fracaso porque los modelos caros hechos en oro y otros materiales, con precios desorbitados, han sido un fracaso. Tim Cook contrató a Angela Ahrendts, procedente de la firma de ropa Burberry, para dar su punto de vista a la venta del Watch que, al fin y al cabo, es un producto de moda, y era un sector en que Apple no tenía experiencia. Y la sigue sin tener.

Tras su contratación en 2013, Ahrendts va a abandonar la compañía el próximo abril, tras algo más de cinco años en la compañía. Era la directora de Tiendas dentro de Apple, al cargo de las tiendas físicas y la tienda en línea, y durante este tiempo ha remodelado y abierto una gran cantidad de Apple Store a lo largo y ancho del mundo. Siempre con el toque estético de Apple, pero con el buen hacer de una conocedora del mundo de la moda.

Ante la marcha de Ahrendts, Cook la ha agradecido los servicios prestados y va a ceder a Deirdre O'Brien, la directora de Personal, la gestión de las tiendas de la compañía, cambiando su puesto a directora de Tiendas y Personal. Las tiendas de Apple son una de las fuentes de beneficios de Apple más importantes, y también de cara a darle a sus clientes otros servicios adicionales como talleres de todo tipo, reparaciones o consejos de uso de sus dispositivos. Esta iniciativa fue puesta en marcha por Steve Jobs poco después de regresar a Apple, y el modelo de negocio de las Apple Store han sido copiadas por multitud de empresas como Xiaomi o Samsung, pero sin conseguir replicar su éxito.

Vía: Ars Technica.