Aunque Intel sea una gran empresa en lo que a desarrollo y producción de microchips se refiere, con decenas de fundiciones propias, la más modesta TSMC está convirtiéndose en una grave amenaza para ella. Se podría decir que Intel lleva arrastrando diversos problemas de desarrollo y producción de chips durante la última década, con diversos tratos e intercambios de tecnología de desarrollo de chips a empresas como IBM.

Pero los 10 nm se le han atragantado, por mucho que su proceso de 14 nm sea superior al proceso de 10 nm de otras fundiciones, y en un momento en el que ya hay diversos chips fabricados a 7 nm en el mercado. Este hecho puede ser un duro golpe para Intel en los próximos meses, ya que están apareciendo multitud de alternativas a los procesadores de Intel que ganan en potencia y consumo debido a que están fabricados en el proceso de 7 nm de TSMC. Por eso esta compañía taiwanesa está adquiriendo una relevancia cada vez mayor en el sector de los semiconductores.

Incluso Intel parece que va a externalizar la producción varios de sus procesadores a TSMC para mejorar la disponibilidad de sus procesadores, en un momento en el que tenía ya preparadas multitud de sus fundiciones al proceso de 10 nm, el cual se retrasó —por enésima vez— hasta mediados de 2019.

Ahora Amazon ha anunciado que va a crear procesadores propios basados en la arquitectura ARM para sus centros de datos, específicamente para Amazon Web Services (AWS), alejándose de la compra de procesadores de Intel. Se llaman AWS Graviton, desarrollados por la filial Annapurna Labs que compraron en 2015, y ofrecen según la compañía una gran relación coste-rendimiento. Teniendo en cuenta que otras compañías están optando por procesadores de propósito específico como FPGA y ASIC, los problemas de producción de Intel podrían pasarle factura a Intel en breve, y TSMC está demostrando lo atrasada que va Intel en el desarrollo de procesos litográficos.

Vía: TechSpot.