Microsoft sigue tratando de que todos los usuarios, domésticos y corporativos, adopten lo más rápidamente posible las nuevas versiones de Windows que publican. Sin embargo, no es una labor tan fácil en el caso de las empresas, ya que son reticentes a cambiar de versión de sistema operativo por diversas razones, la cuales no siempre tienen que ver con el dinero.

Desde la compañía de Redmond han decidido ampliar el periodo de tiempo en el que las compañías e instituciones públicas pueden obtener asistencia y actualizaciones de seguridad para Windows 7. Microsoft dejará de dar asistencia a esta versión, oficialmente, en 2020, aunque quienes estén dispuestos a pagar podrán seguir disfrutando del mismo hasta 2023. No obstante, el precio a pagar se incrementará con cada año que pase.

La reticencia de muchas empresas al cambio crea no pocos problemas de seguridad como, por ejemplo cuando se tuvo que lanzar un parche para Windows XP ante el problema que supuso WannaCry. Aunque el cambio de versión de sistema operativo siempre supone un desembolso económico, y algunos problemas durante su despliegue y primeros meses de mantenimiento, también minimiza los riesgos de seguridad.

Vía: EnGadget.