Una de las novedades que creo que solo he comentado de pasada es que las GeForce RTX 2080 y 2080 Ti disponen de un nuevo conector para combinar dos de ellas. Se trata del NVLink, sacado directamente de sus tarjetas gráficas para centros de datos, aunque en una versión venida a menos ya que no son tan potentes ni tienen los mismos requisitos que la Tesla V100, por ejemplo.

En esta serie 20 se queda fuera de la ecuación la RTX 2070, que no lleva este conector, si bien el sector está huyendo de las disposiciones multi tarjeta gráfica debido a los problemas que tiene aparejados. Entre ellos, que la comunicación entre las tarjetas gráficas puede limitar a la generación de FPS. Incluso AMD está dejando de lado el desarrollo de CrossFire tras la llegada de las RX Vega, y es algo que es cada vez más raro de ver, salvo por la gente con dinero de verdad, y se está pasando la pelota del desarrollo de los perfiles SLI/CrossFire a los estudios de videojuegos, que obviamente no están por la labor de cargar con ello.

La generación anterior de GeForce, la serie 10, trajo el conector SLI HB que pasaba a funcionar a 650 MHz en vez de a 400 MHz de las generaciones anteriores. Más ancho de banda de comunicación, pero de una comunicación de baja capacidad, aunque ha permitido combinar dos GTX 1080, por ejemplo, con una buena mejora de rendimiento en disposiciones de dos tarjetas gráficas —las únicas avaladas por Nvidia, si bien se pueden combinar tres o cuatro con el puente SLI normal—.

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Ahora, NVLink es una tecnología totalmente nueva introducida en 2014 por la compañía para sus tarjetas gráficas profesionales. Su llegada a algunas GeForce RTX hace que la comunicación entre ambas tarjetas gráficas pase a ser de 50 GB/s en dúplex completo —50 GB/s simultáneos en ambos sentidos—, desde unos 2 GB/s del conector SLI HB. Con los procesadores gráficos Turing hay mucha más información a intercambiar entre ambas tarjetas gráficas, tanto de computación, como de rasterizado o trazados de rayos, que hace necesario ese más que notable aumento de ancho de banda entre tarjetas.

Eso sí, no alcanza los 300 GB/s de la conexión NVLink de las tarjetas gráficas Tesla, pero tampoco parece necesario. Además, otra ventaja de NVLink es que asegura la coherencia de la información que comparten, o dicho de otra forma, que la información que usen en un momento dado ambos chips gráficos es exactamente la misma. Si tienen que tratar un fotograma, tienen la misma información exacta de ese fotograma, y si van a ejecutar alguna red neuronal en sus núcleos tensoriales, tienen la misma información a usar. Esto evita posibles descartes de información por errónea por alguna de las dos tarjetas gráficas al generar su mitad de un fotograma, o que haya artefactos visuales. Pero NVLink tiene otro tipo de ventajas que se irán haciendo obvias a medida que se vaya probando el SLI con este tipo de conexión.

El puente de NVLink para las GeForce RTX llega en dos versiones, con espaciado de tres y cuatro ranuras PCIe, y lo hace con un precio de 80 dólares u 85 euros.

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