Logan Paul ha sido en los últimos años la sensación de YouTube por vídeos estúpidos que tanto gustan pero que los que tengan dos neuronas encontrarán irritantes a ratos, graciosos en algún punto, y absurdos todo el tiempo. Pero a finales del año pasado demostró qué tipo de persona era al colgar en su canal de YouTube un vídeo donde aparecía el cadáver de una persona que se había suicidado en Japón en Aokigahara, el bosque de los suicidios.

El problema se centró en su forma de trivializar un grave problema en el mundo como es este, especialmente en Japón —donde estaba vacacionando—, y sobre todo en el lugar al que fue obviamente buscando lo que finalmente encontró. Sobre todo porque era una zona fuera de los caminos principales y al que las autoridades piden que no se acceda. No he hablado antes de este caso porque no es agradable, tampoco es un personaje muy conocido fuera de los EE. UU., y menos por los jugones —a diferencia de PewDiePie—.

Tras estar unos días sin publicar por el aluvión de críticas recibido por el vídeo del suicidio, cual linchamiento público, reapareció con un vídeo intentando concienciar de que el suicidio es un problema. Y las críticas obviamente volvieron a surgir. Ante esta situación, y un par de vídeos más de dudoso gusto también, YouTube ha decidido cortarle los ingresos a Logan Paul, y eso significa que no podrá monetizar sus vídeos, por tiempo indeterminado.

Logan Paul consigue entre 40 000 y 600 000 dólares mensuales gracias a la publicidad de YouTube, y debido al vídeo del suicidio perdió el estatus de Preferido de YouTube y se cancelaron los proyectos que había en marcha con él. La compañía ha comentado que «no es una decisión que hagamos a la ligera... Creemos que existe un patrón de conducta en sus vídeos que hace a este canal inapropiado para los anunciantes, pero también potencialmente dañino para la comunidad de creadores».

Uno de los mejores vídeos donde explican lo sucedido es precisamente uno de PewDiePie, que en realidad es de los pocos youtuberos que no me caen mal, junto a Linus Sebastian. Pero obviamente ha intentado rentabilizar este problema para congraciarse con la audiencia, y no han faltado las críticas hacia PewDiePie por ello, después de ser poco sensible con los extranjeros, los judios o los negros. Lo cual me lleva a que YouTube debería patrullar más sus calles, y este es el primer paso que toma la compañía para solucionar una bomba de relojería que tiene entre manos.

Vídeo

Vía: EnGadget.