Durante gran parte de 2016 y 2017 se rumoreó que el nuevo iPhone, el nuevo Galaxy y nosecuántos otros buques insignia, incluirían un sensor de huellas integrado en la pantalla. Al final no llegó ninguno, y ha tenido que ser Vivo quien presente el primer teléfono con dicho sensor, aunque ya lo introdujo en sociedad el pasado verano.

En el CES ha mostrado el primer teléfono que lo incluye, aunque es un prototipo de la compañía para demostrar que este sensor funciona. Vivo hace referencia a que, moviendo el lector de huellas detrás de la pantalla, se pueden crear teléfonos con menos marcos de pantalla, a la vez que ahorrar espacio en el diseño del teléfono. También implica que se sitúa en la parte frontal, que es más óptima para utilizar este tipo de sensores.

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Funciona de manera conjunta con una pantalla de tipo OLED. Un sensor de ultrasonidos emite un pulso que pasa entre los ledes de que se compone la pantalla para chocar con el dedo que se ponga sobre la zona en la que está. Con ello se crea una imagen de la huella dactilar que rebota hacia el sensor inferior, capturando una imagen nítida de la huella del usuario. El sensor solo está activo cuando así lo demanda alguna aplicación, por ejemplo para realizar un pago sin contacto a través de NFC.

La industria a estas alturas está moviéndose en otra dirección totalmente distinta, y puede que estos sensores lleguen tarde. Aunque más vale tarde que nunca. Apple introdujo en el iPhone X un sistema de cámaras para el desbloque facial de forma segura, y los rumores apuntan a que Samsung introducirá algo similar en el Galaxy S9 a ser presentado en el Congreso Mundial de la Telefonía Móvil (MWC) de que se celebrará en España a finales de febrero.

El prototipo mostrado por Vivo es casi un modelo que pondrán a la venta próximamente, aunque está inacabado. Dispone además de una cámara dual trasera, el habitual diseño iphonero en aluminio con bordes redoneados, y hace un buen aprovechamiento del frontal del teléfono, en la línea del Galaxy S8.

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Vía: Hot Hardware.