La historia de Samsung con Tizen es la de querer y no poder. La absoluta dominación que tiene Android del mercado de los teléfonos de gama media y baja ha impedido a Samsung apostar más por su propio sistema operativo, Tizen, aunque está desarrollado junto a otras entidades. Eso ha llevado a la compañía a intentarlo de nuevo con el Z4.

La versión que tiene instalada de Tizen es la 3.0, y es un teléfono un poco grande y grueso para la pantalla que lleva bajo los estándares actuales —132.9 x 69.2 x 10.3 mm—, y pesa 143 g. La pantalla es de 4.5 pulgadas con una resolución de 480 x 800 píxeles, con un procesador de cuatro núcleos a 1.5 GHz, quizás un Exynos básico.

Tiene 1 GB de RAM, aunque no ha dicho cuánto almacenamiento tiene. Dispone de conectividad LTE, wifi 802.11 b/g/n, Bluetooth 4.0, GPS y Glonass. Las cámaras son básicas, de 5 Mpx tanto la frontal como la trasera, con una apertura f/2.2. Habrá una versión con doble ranura SIM.

En cuanto a Tizen, no han dado más que datos superficiales de lo que puede hacer el teléfono, que no es mucho. Cosas como una aplicación de cámara para aprovechar el flash de doble led trasero, aplicaciones de música, alarmas y otras básicas, y atajos a acciones interesantes en la pantalla de inicio. Nada nuevo bajo el sol.

Samsung hará demostraciones del teléfono y de Tizen 3.0 en la conferencia de desarrolladores de Tizen que se celebrará en San Francisco el 16 y 17 de mayo.

Vía: Ars Technica.