Antes de lanzar una nueva versión o actualización de su sistema operativo, Microsoft cuenta con una amplia base de personas que se encargan de hacer las pruebas, a través del programa Windows Insider. La compañía contaba, durante el lanzamiento de Windows 10 hace dos años, con 5 millones de participantes en el programa, número que ha crecido desde entonces.

En estos momentos, la compañía de Redmond cuenta con 10 millones de usuarios interesados en ayudar a depurar y mejorar el sistema operativo. Esta práctica contrasta con el secretísimo con el que fueron lanzadas versiones anteriores de Windows.

El cambio de actitud fue motivado por las reacciones ante el desastre que supuso el lanzamiento de Xbox One, según ha indicado uno de los trabajadores que participó en él, Yusuf Mehdi. Esta forma de ganarse aficionados no ha sido fácil para la compañía, ni ha estado exenta de polémica, pues hay quien ve el programa como una forma de emplear mano de obra gratuita, en un momento en el que se ha despedido a un gran número de trabajadores.

Vía: The Verge.