En las últimas semanas se ha llevado a cabo el juicio por la demanda de ZeniMax Media contra Oculus VR por una serie de supuestos delitos. Ese supuesto se ha convertido, según un jurado tejano, en cierto, y Zuckerberg tendrá que desembolsar otros 300 millones de dólares por su compra de Oculus VR, y los fundadores de la compañía otros 200 M$.

El jurado ha estimado que la Palmer Luckey, fundador de Oculus VR, rompió el acuerdo de confidencialidad suscrito con ZeniMax al revelar información del funcionamiento y tecnologías de ZeniMax para crear las gafas Rift de Oculus VR. También hubo infracción de copyright al usar DOOM 3 BFG como muestra del potencial de las Rift a los potenciales inversores sin el consentimiento de ZeniMax Media.

Asimismo se les encuentra culpables de falsa designación de propiedad. Este punto aspecto implica que Luckey, y por extensión Oculus VR, engañó al hacer creer a los inversores y al público que las Rift estaban apoyadas por ZeniMax o sus empleados. Lo que no ha estimado el jurado es que haya habido robo de secretos industriales, por lo que es menos probable que las Rift sean embargadas y se dejen de vender.

El desglose de los 500 M$ en total a pagar es: 50 M$ saldrán del bolsillo Palmer Luckey, 150 M$ del de Brendan Iribe —cofundador de Oculus VR—, 50 M$ por infracción de derechos de autor, 50 M$ por falsa designación de propiedad, y 200 M$ por infracción del acuerdo de confidencialidad.

Las buenas noticias para Oculus VR es que está sujeto a apelación. Las malas noticias es que todavía quedan varios apartados de lo demandado por ZeniMax Media sobre las que el jurado todavía no se ha pronunciado, por lo que podría ascender la cifra a pagar en algunos cientos de millones más.

Vía: The Tech Report.