Acer avanzó en agosto su nuevo portátil Predator 21 X, con una serie de características que lo hacen único. Incluye una pantalla de 21 pulgadas con resolución de 2560 x 1080 píxeles —formato panorámico— y que además es una pantalla curva 2200 R. Lo ofrece con dos GTX 1080 en SLI, un procesador de séptima generación Kaby Lake Core i7-7820HK para subir frecuencias, hasta 64 GB de RAM DDR4, varias ranuras para SSD en formato M.2 y unidades de 2,5 pulgadas.

El sistema de refrigeración empleado por Acer en el equipo está totalmente personalizado y se compone de cinco ventiladores, tres de ellos llamados AeroBlade, así como nueve caloductos de cobre. La pantalla también cuenta con G-SYNC y refresco de 120 Hz, el sensor de seguimiento ocular Tobii, un sistema avanzado de sonido con dos subwoofers, dos para agudos y dos para frecuencias medias, y un teclado mecánico con teclas Cherry MX. La conectividad incluye wifi 2x2 802.11 ac, Bluetooth 4.2, varios puertos USB 3.0 y 3.1 con conector tipo A y tipo C, Thunderbolt 3, y salidas HDMI y DisplayPort.

Con la forma tan extraña que tiene el portátil, incluye hasta un reposamuñecas, es un equipo que pesa en torno a los 9 kg. Las primeras 300 unidades que se vendan incluirán un número de edición limitada. Pero donde llega el susto es con su precio, ya que se sitúa en los 10 000 euros u 8999 dólares, y se pone a la venta en febrero.

Vía: AnandTech.