El gobierno ruso no quiere saber nada de Android, y está haciendo todo lo posible por pasarlo a un segundo plano en el país. Que esté controlado por una empresa estadounidense como Google, arrodilladas a los espionajes de la NSA y otras agencias, no es del agrado de Vladímir Putin. Por ello ha elegido otro sistema operativo para certificarlo como alternativa a Android, y es el finés Sailfish OS, tras un proceso que ha durado en torno a un año y medio.

Este sistema operativo está desarrollado por exempleados de Nokia, y siendo Finlandia una región codiciada por Rusia, es mejor alternativa que un producto de la pérfida EE. UU. El gobierno ruso también quiere promover con este movimiento una alternativa al duopolio iOS-Android que existe actualmente en Rusia, y en un futuro cercano podría ser también certificado el sistema Tizen, desarrollado sobre todo por Samsung aunque sea un proyecto que integra también a la Fundación Linux.

El certificado de Sailfish OS se ha conseguido gracias a que una compañía local rusa licenció y está desarrollando su SO alternativo a Android, Open Mobile Platform (OMP). Sailfish OS también está inscrito como apropiado para el uso del gobierno ruso y de las corporaciones estatales en teléfonos y dispositivos que llegarán al mercado próximamente. La finananciación de Sailfish depende ahora mismo en un alto porcentaje de inversores rusos, incluidos los que financian OMP.

Vía: Tech Crunch.