En poco más de un mes, Intel presentará los nuevos procesadores de sobremesa de generación Kaby Lake, previsiblemente en el CES de Las Vegas. Entre los chips más esperados se encuentra el Core i7-7700K, además de un probable Core i3-7350K que sería el primer de su especie. Esta serie K está orientada a los overclockers, y en este caso el chip de Intel contaría con una frecuencia base de 4.2 GHz y un turbo de 4.5 GHz frente a los 4 GHz/4.2 GHz del actual Core i7-6700K, pero lo interesante estaría en su potencial de OC.

En un equipo con una placa base Z170 actualizada y memoria DDR4 a 3100 MHz, se puede subir fácilmente hasta los 5 GHz. Esto arroja unas importantes mejoras de rendimiento, que se unen a la mejora de 200 y 300 MHz de las frecuencias base y turbo del chip. Con estos valores, en Cinebench R15 obtiene un 10 % de mejora de rendimiento adicional, en otros programas como Fritz Chess mejora un 16 % su potencia de cómputo, y en 3DMark mejora un 25 % cuando acompaña a una GTX 1070. Con respecto a un 6700K con valores de serie, la mejora en estos programas es de un 23 %, 24 % y un 34 %.

Subir este chip a 4.9 GHz es bastante sencillo con un voltaje de 1.29 V, y estable bajo la prueba de Prime95, pero con el problema de que va a necesitar una buena refrigeración ya que el chip llega con una solución de refrigeración normal a los 100 ºC bajo esta prueba enlatada quemaprocesadores. La prueba a 5 GHz se habría conseguido con un voltaje e 1.49 V, y que se pueda conseguir más o menos subida con mayores o menores voltajes dependerá del chip en cuestión.