Para hacer frente a la creciente potencia gráfica de las tarjetas de AMD y Nvidia, los procesadores tienen que hacer grandes progresos de rendimiento. En cuanto las DirectX 12 se implementen en los juegos adecuadamente, eso significaría beneficiarse de equipos con más de cuatro núcleos —lógicos o físicos—, además de más potencia por núcleo físico. Intel lanzaría finalmente procesadores de seis núcleos físicos —doce lógicos— en 2018, con la llegada de los procesadores Coffee Lake (CFL) a 10 nm.

Esos serían los CFL-S, la versión de sobremesa de los procesadores de Intel, que mantendrían las GPU integradas de novena generación. También llegaríann versiones de alto rendimiento (CFL-X), y las habituales para portátiles y dispositivos de bajo consumo (CFL-U). La memoria que usarían por defecto es DDR4-2400 en vez de a 2133 como ocurre con los Skylake, mantendrían PCIe 3.0 para las tarjetas gráficas dedicadas, y aumentarían el número de pistas PCIe para poder utilizar más discos PCIe 3.0 x4, USB 3.1 Gen. 2 y Thunderbolt 3, además de los discos Optane de Intel.

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Vía: The Tech Report.