Hace varias semanas, Microsoft vendió todo lo relacionado con los teléfonos básicos de la antigua Nokia a una compañía integrada por exdirectivos de la compañía finesa y de Microsoft, con el apoyo del fabricante Foxconn. El importe total de la operación ascendió a 350 millones de euros.

Esta venta significó que la compañía ha tenido que asumir unos costes de reestructuración por valor de 950 millones de dólares, de los cuales 200 millones irán a pagar los finiquitos de los 1.850 empleados despedidos. De estos, 1.350 están en Finlandia.

No obstante, se acaban de anunciar aún más despidos en la presentación de resultados anuales de Microsoft. Otros 2.850 empleados, de los cuales 900 ya han recibido el aviso, dejarán de trabajar para la compañía, tanto de la parte comercial como de la de comunicaciones móviles. Esto último significa la práctica eliminación de la división de teléfonos móviles que compró a Nokia en abril de 2014.

Este es un paso más en la estrategia de Nadella de tratar de lograr que los productos de Microsoft estén en iOS y Android, evitando obligar a quien quiera emplearlos a adquirir un teléfono con Windows.

Vía: Recode.